Como resultado de la reunión extraordinaria efectuada mediante conexión remota, los integrantes de la Comisión Latinoamericana de Empresarios de Combustibles (CLAEC) expusieron las situaciones a la que se está enfrentando la actividad de expendio de combustibles en sus respectivos países, tanto en las zonas rurales como en las principales concentraciones urbanas.
Hay coincidencia plena en señalar que la actividad está siendo fuertemente impactada por los efectos económicos y sociales de la emergencia sanitaria, entre estos las drásticas reducciones de liquidez, que ponen en riesgo la viabilidad económica de un amplio segmento de Pymes que integran el sector gasolinero de cada país.
Esta situación agudiza crecientes dificultades para que las estaciones de servicio puedan seguir cumpliendo con el mantenimiento de la plantilla laboral, el pago de obligaciones fiscales y otras obligaciones de naturaleza diversa que dependen indispensablemente del flujo de liquidez. El desplome repentino y quizá prolongado de la demanda de gasolinas y diésel en los mercados nacionales de cada país, hace aún más incierto este panorama.
Analizada la dimensión y profundidad en la que se presenta la situación anterior en cada uno de los mercados de combustibles de los países participantes en la CLAEC, y la similitud que enfrentan las empresas, se tomó la decisión de exponer a cada gobierno el daño ya presente y el que se gesta, con la finalidad de generar las políticas fiscales, financieras y en materia laboral, que ayuden a la puesta en vigor de medidas urgentes de alivio, generalmente por el plazo que se mantenga la alerta sanitaria y en tanto se logra un proceso objetivo de reactivación de la producción y de la economía de cada país.
Con conocimiento del esfuerzo que realizan y que representa para los Gobiernos atender cada una de las necesidades y reclamos de los distintos sectores; ya se ha avanzado al respecto en algunos países, pero creen que todavía es insuficiente frente al panorama, sin horizonte definido que se vislumbra. Es por ello, que se acordó solicitar ante las autoridades correspondientes de cada país:
• Generar plazos y facilidades fiscales para el cumplimiento de las obligaciones tributarias que están por vencerse o que han vencido, así como su liquidación en parcialidades, a partir de que concluya el periodo de emergencia sanitaria.
• Disponer y acordar un conjunto de medidas entre los factores de la producción que permitan a cada empresa aplicar el pago diferido de salarios durante la emergencia, (en proporciones porcentuales 50- 50; 70- 30 o las que en cada caso se acuerden) o mediante el pago de salarios mínimos, siempre con la finalidad de mantener la plantilla laboral, evitar la quiebra de las empresas y consecuente despido de personal.
• Otorgar a las empresas minoristas de combustibles principalmente por parte de las empresas mayoristas del Estado del sector hidrocarburos, como así también de las compañías petroleras titulares de los contratos de abastecimiento, descuentos y ampliación de los plazos sobre la venta a crédito de los combustibles, asimismo aplazar las obligaciones contractuales por actividades no directamente relacionadas con la seguridad operativa de las estaciones de servicio (publicidad, imagen, volúmenes de ventas y otros
conceptos).
• Solicitar la pronta intervención de las instituciones del sistema bancario de cada país y de los emisores de monederos y vales, para exentar temporalmente del cobro de comisiones bancarias a la recepción de pagos de combustible mediante tarjeta bancaria y uso de monederos o vales, instrumentos cuya utilización reduce el contacto físico con el numerario y en consecuencia el riesgo de propagación viral entre personas.
• En el mismo sentido, solicitar a los bancos postergar los plazos de pago de los créditos que tengan empresarios del ramo, sin generar nuevos intereses durante el tiempo que se mantenga la emergencia sanitaria y lograr la tramitación acelerada de apoyos financieros de fácil implementación que permitan a las empresas recuperar márgenes mínimos de liquidez.
• Se recomienda a los gobiernos, no aumentar los impuestos a los hidrocarburos, dado que la economía de los países de Latinoamérica en las actuales condiciones, necesita combustibles a precios competitivos para dinamizarse.
Comprometidos con el crecimiento económico del, los empresarios de combustibles miembros de la CLAEC subrayamos en todo momento la importancia estratégica de mantener vigentes las fuentes de trabajo porque estas resultan vitales para las familias que dependen de esta actividad y enfrentan esta delicada y grave situación de emergencia.
Las reuniones que efectúan los miembros de la CLAEC permiten el intercambio oportuno de experiencias, de escenarios y el conocimiento compartido de casos de éxito en el suministro de combustibles, actividad esencial para la economía y para la sociedad.
Los países participantes son:
Argentina, de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (Cecha).
Bolivia, de la Asociación Departamental de Propietarios de Estaciones de Servicio de Combustibles Derivados de Hidrocarburos (Asosur).
Colombia, de la Federación Nacional de Distribuidores de Combustibles y Energéticos (Fendipetróleo).
Costa Rica, de la Cámara de Empresarios del Combustible.
Ecuador, de la Asociación de Distribuidores Derivados del Petróleo de Pichincha.
El Salvador, de la Asociación Salvadoreña de Distribuidores de Productos de Petróleo (Aspdp).
Guatemala, de la Asociación Guatemalteca de Expendedores de Gasolina.
Honduras, de la Asociación Hondureña de Distribuidores de Productos de Petróleo (Ahdippe).
México, de Onexpo Nacional.
Paraguay, de la Asociación de Propietarios y Operarios de Estaciones de Servicios y Afines (Apesa).
Perú, de la Asociación de Grifos y Estaciones de Servicio del Perú (Agesp).
Uruguay, de la Unión de Vendedores de Nafta (Unvenu).