Esta mañana se dio a conocer una carta firmada por tres secretarios de Estado, del gobierno de Donald Trump, en la que exponen su preocupación por las políticas energéticas que ha implementado México, en beneficio de las empresas públicas Petróleos Mexicanos (Pemex) y Comisión Federal de Electricidad (CFE).
El documento está dirigido al secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard; la secretaria de Energía, Rocío Nahle; y la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier. Está firmado por los secretarios de Estado, de Energía y de Comercio, Michael Pompeo, Dan Brouillette y Wilbur Ross.
La mayor preocupación de las autoridades estadounidenses, está focalizada en el memorándum con fecha del 22 de julio de 2020, en el que se enlistaban una serie de “instrucciones” a los órganos reguladores. De igual forma, la reunión del 22 de septiembre del mismo año, en la que los reguladores “fueron presuntamente instruidos para bloquear permisos a proyectos del sector energético, y a ejercer su autoridad regulatoria en favor de las compañías energéticas del Estado”, se lee en la carta con fecha del 11 de enero de 2021.
Asimismo, los secretarios de Estado aseguran que, de ser cierto lo antes mencionado, “podría ser profundamente problemático y crear preocupaciones acerca de los acuerdos establecidos en el T-MEC”, pues el clima de inversión en nuestro país ya se encuentra dañado, debido a “los procesos regulatorios que conciernen al sector energético”.
Por otra parte, el documento indica que “muchos proyectos respaldados por empresas privadas estadounidenses” podrían ser afectados si las regulaciones se mantienen de esta forma, además de “afectar a cientos de millones de dólares de inversiones públicas en energía, del gobierno de Estados Unidos en México”.
“Si bien respetamos el derecho soberano de México a determinar sus propias políticas energéticas, estamos obligados a insistir en que México cumpla con sus obligaciones con el T-MEC, en defensa de nuestros intereses nacionales, que incluyen inversiones financiadas por el contribuyente estadounidense”.
Finalmente, en la carta aseguran que el trabajo conjunto en un clima atractivo para la inversión, respaldado por regulaciones que no discriminen, podría generar empleos y fomentar la autosuficiencia energética que busca el gobierno de México, por lo que esperan una colaboración que beneficie a ambas partes del tratado internacional.