El crecimiento de las importaciones de gas natural desde Estados Unidos se impulsó en gran medida por la expansión de los ductos Trans-Pecos y Sur de Texas-Tuxpan, además de la entrada en operación del Waha Hub, que en conjunto representa para México una mayor dependencia al vecino país del norte.
Datos de la Administración de Información Energético de Estados Unidos (EIA, por su sigla en inglés) muestran que el ducto Sur de Texas-Tuxpan reportó un alza en los flujos a 1.7 mil millones de pies cúbicos por día (Mpc/d) en junio, frente a los 800 millones de pies cúbicos diarios registrados en el mismo mes del año pasado.
El aumento del volumen en este gasoducto se debió a la infraestructura ampliada en México, lo que ha permitido que fluya más gas natural a las plantas de energía en la región de Ciudad de México y a los mercados de Mérida, en la Península de Yucatán.
Otro de los aumentos más importantes lo presenta el ducto Trans-Peco que creció cuatro veces los volúmenes de transporte al sistema de gasoducto Wahalajara a 800 mil pies cúbicos de forma diaria durante junio de 2021, añadió la agencia estadunidense. Parte de este aumento es el resultado de la mayor capacidad de flujo en el oleoducto Villa de Reyes-Aguascalientes-Guadalajara (VAG) y los puntos de entrega posteriores que entraron en servicio cuando se completó esta obra en octubre de 2020.
Con lo anterior, las importaciones de gasoductos representaron 76 por ciento del suministro total de gas de México en junio de 2021, es decir, 40 por ciento más en comparación con 2015, según el reporte de la EIA.
En la actualidad, el gas natural juega un papel importante en la transición energética, pues se le reconoce como la energía fósil más amigable con el medio ambiente, eficiente y económica comparado con otros combustibles fósiles, además reporta un crecimiento exponencial para los próximos años.
Ramsés Pech, especialista del sector energético, y Óscar Ocampo, coordinador de energía del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), explicaron a MILENIO que, en la actualidad, cerca de 65 por ciento del gas natural que ingresa al país es consumido por la Comisión Federal de Electricidad (CFE); sin embargo, dicho energético está por debajo de los niveles de producción. “La CFE tiene 65 por ciento del control del total de las ventas en el mercado mexicano y solo 35 por ciento lo tienen los privados”, explicó Pech al sostener que la empresa productiva del Estado tiene contratada esta capacidad con anticipación.
Aun con el incremento de las importaciones en los últimos meses, Ramses Pech acusó que en la actualidad se desconoce si la CFE utiliza en su totalidad cada ducto que tiene contratado con empresas privadas y con lo que se tienen en el Centro Nacional de Control del Gas Natural.
En este sentido, la EIA sostiene que México aumentó el uso de gas natural para la generación de electricidad, debido a que las centrales eléctricas utilizaron cerca de 4.9 billones de pies cúbicos por día (Bcf/d) de gas natural para la generación de energía a junio de 2021, esto es equivalente a 19 por ciento más contra el mismo periodo de 2020. Sin embargo, los proyectos de gasoductos recientemente completados en Texas y México aumentaron su capacidad de transporte de gas natural desde el Waha Hub, ubicado cerca de las actividades de producción de la Cuenca Pérmica en el oeste de Texas, hasta la costa del Golfo de Estados Unidos y México.
“Las altas temperaturas estacionales en áreas del norte y centro de México durante periodos de junio también aumentaron la demanda de electricidad. La demanda de gas natural del sector industrial alcanzó 3.3 Bcf/d en junio, 31 por ciento más en comparación con el año pasado, impulsada en gran medida por el regreso a los niveles de demanda antes de la pandemia y la reversión de los efectos económicos relacionados”, añadió la EIA.
Desde octubre de 2020, dos proyectos completados en Texas y dos más en México incrementaron la conectividad de Waha Hub a los mercados de demanda y, a su vez, han reducido la diferencia de precio entre el gas natural en Waha Hub y Henry Hub.
En tanto, Óscar Ocampo señaló que el gas natural se mantendrá como un insumo, además de generador de energía para las actividades industriales como el sector automotriz, electrónica y manufactura, entre otros, además de ser un combustible menos contaminante en relación con el gas licuado de petróleo (gas LP).
Por tanto, uno de los principales retos que pueden ayudar a una mayor “soberanía” energética se encuentra en la explotación de yacimientos existente dentro del territorio nacional, por ejemplo, en la Cuenca de Burgos, ubicada al norte del país.
“En México tenemos yacimientos bien importantes que no hemos explotado en temas de gas natural, pero la cercanía con Estados Unidos nos ha hecho dormirnos dentro de nuestros laureles y los campos que hay en el país no han sido explotados”, aseguró el coordinador del Imco. Cifras publicadas por el Observatorio de Inteligencia del Sector Energético señalan que 42.8 por ciento de las reservas mundiales de gas se encuentra en Medio Oriente, principalmente en Irán y Catar, naciones que poseen juntas 31.3 por ciento del total; les sigue Rusia, con 17.3 por ciento de las mismas, mientras que México posee solo 0.2 por ciento.
A escala nacional existen en total 22 proyectos de gasoductos licitados por Comisión Federal de Electricidad, los cuales suman una longitud total de 6 mil 244.54 kilómetros e incluyen tanto ductos marinos (Sur de Texas-Tuxpan) en el Golfo de México, como dos ductos para ser construidos en el oeste de Texas (Waha-Presidio y Waha-San Elizario), sin una fecha exacta hasta el momento.