La Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó irregularidades en los contratos y retrasos en el despliegue de la fibra óptica, un insumo clave para ampliar la conectividad en el país.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha buscado darle celeridad a su proyecto de conectividad para reducir la brecha digital antes de que termine su sexenio. Pero para que los servicios de telecomunicaciones sean de calidad se requiere de la fibra óptica.
CFE Transmisión, una empresa subsidiaria de la CFE, solicitó el año pasado 2,426 kilómetros de fibra óptica, entre otros materiales, para proyectos de ampliación de red para continuar con el plan del presidente. De los cables adquiridos, 993 km son para CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos, la empresa estatal que tiene como objetivo cerrar la brecha digital del país.
Pero la Auditoria Superior de la Federación (ASF) advirtió, en la segunda entrega de su última revisión a la Cuenta Pública, que el plan de despliegue de fibra óptica de CFE Transmisión cuenta con retrasos y no hay una buena organización de los proyectos de ampliación de red. Esto, advierte, generará impactos económicos e incluso existe la posibilidad de que quede detenido el tendido de fibra debido a que, si no se termina en este sexenio, la nueva administración de 2024 podría decidir ya no continuar con el plan.
“No se tiene certeza que los recursos y esfuerzos que la CFE Transmisión realiza tengan continuidad con futuras administraciones”.
¿En dónde está la fibra óptica?
Otro de los proyectos que impulsó CFE Transmisión para adquirir más fibra óptica para construir una red fue a través de un contrató que adjudicó en 2019 a la empresa italiana de telecomunicaciones y productora de cable eléctrico, Prysmian Group, para suministrar más de 15,000 kilómetros de cables de fibra óptica para que permitiera a CFE o su subsidiaria CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos dar servicios de internet a zonas remotas del país.
Pero la ASF detectó irregularidades en los contratos, desde una falta de análisis de costos tanto de CFE Transmisión como de la concursante, así como la evaluación técnica del producto. Además, reportó errores en el llenado del formato dictamen de verificación técnica de materiales, equipos y refacciones.
También identificó que no hay un estándar para su llenado lo que dificulta la ubicación de la fibra.
Esto se suma a lo que Expansión informó en julio pasado sobre la pérdida de los 15,000 km de fibra óptica, luego de que CFE y la compañía estatal de telecomunicaciones aseguraran que no encontraron ningún documento relacionado con un contrato suscrito con Prysmian, y tampoco tenían idea del paradero de la fibra.
Ahora la ASF dice que es probable que la fibra óptica se encuentre en almacenes.
“Se observó la falta de supervisión de la documentación generada en los diferentes almacenes para la entrega de los equipos; no se han realizado acciones con el fin de instalar los bienes que aún puedan encontrarse en almacén”.
Retrasos en el despliegue
Actualmente CFE Telecom cuenta con un avance de 8,000 km activados de fibra óptica, y para el cierre de este año la meta es llegar a 16,000 km. Sin embargo, la mala administración del recurso ocasionó un retraso de 10% en el despliegue.
Para Michel Hernández Tafoya, director de Observatel, el retraso en el despliegue de fibra óptica pone en riesgo el futuro del proyecto de conectividad abanderado por esta administración.
“Los retrasos en proyectos (de telecomunicaciones) son comprensibles, pero en este plan (de CFE Telecom) que inició tarde, casi a más de la mitad del sexenio me parece que es natural que ya tenga atrasos y te meta en aprietos sobre todo en su viabilidad al no contar con una estrategia”, señala el experto.