Solo el año pasado la firma expandió 19% su gasto en capital, pero la mejora en la producción de hidrocarburos líquidos fue de apenas 1.6%.
Petróleos Mexicanos (Pemex) reportó una inversión de 467,300 millones de pesos en 2022, monto 19% mayor al del cierre del 2021. De este gasto, 286,600 millones, es decir, el 61.3% correspondió a las actividades de Exploración y Producción, con un incremento anual similar. Sin embargo, la producción de hidrocarburos líquidos fue de 1.785 millones de barriles diarios en promedio, con un aumento de únicamente 1.6% en comparación con el año anterior.
Otros indicadores, tales como la perforación de pozos y los equipos utilizados, además de la actividad superficial en sísmica, incluso descendieron, según reportó Pemex al público inversionista. A la vez, el tiempo impidió aprovechar las ventajas de los altos precios del gas natural.
A decir de Arturo Carranza, experto en el sector energético mexicano, se observa que a pesar de estos incrementos en las inversiones la producción no se ha incrementado de manera sustancial y eso tiene que ver con los campos que está desarrollando Pemex, que son muy pequeños y con altas complejidades, tales como Tupilco y Quesqui, que son los campos nuevos que mencionó la estatal entre sus esfuerzos, y que enfrentan una realidad muy diferente a la historia del upstream mexicano de las últimas décadas.
Es muy difícil desarrollarlos y cuando se hace no se puede esperar que su producción sea muy alta. Es lo que ha enfrentado Pemex, campos muy pequeños con complejidades altas que requieren mayores inversiones”, dijo, “ya se terminaron los campos muy accesibles de grandes dimensiones y ahora toca enfrentar esta realidad”.
Esta nueva realidad de yacimientos complicados se observa en comparación con los primeros cuatro años del sexenio anterior, en que con inversiones acumuladas de 1.306 billones de pesos se produjeron 2.4 millones de barriles de petróleo y líquidos en promedio, mientras que, en los mismos años de esta administración, con gastos en capital acumulados de 1.366 billones, la producción promedio fue de 1.7 millones de barriles.
Baja uso de equipo
En tanto, a pesar de este incremento en las inversiones, Pemex reporta que redujo en 22% los equipos de perforación utilizados en un año, con lo que pasaron de 50 en 2021 a 39 el año pasado. De éstos, los equipos de perforación para exploración en operación promedio fueron 12 el año pasado, una reducción de 31% o seis equipos menos que en 2021, mientras que para desarrollo reportó el uso promedio de 26 plataformas, en comparación con las 32 reportadas el año anterior.
Además, redujo el número de pozos promedio en operación, que del 1 de enero al 31 de diciembre del año pasado fueron 6,501, que son 319 pozos menos que los 6,820 del mismo periodo del 2021, lo que implica una reducción de 4.7 por ciento.
Los pozos de crudo del 2022 fueron 4,039, con una caída de 5% en comparación con los 4,252 del año anterior. Y los pozos de gas no asociado fueron 2,462, con una reducción de 4.1% o 106 pozos menos que los 2,568 pozos registrados en el 2021.
Existe otro indicador de exploración sobre el cual se difundió información de privados tras la reforma energética del 2013-2014: la ejecución se estudios sísmicos previos a la perforación de pozos. En este rubro, Pemex reportó la cobertura de una superficie de 1,375 kilómetros en dos dimensiones durante el 2022, contra ningún estudio de este tipo en 2021.
Sin embargo, en la sísmica tridimensional que consiste en la medición de cubos con sensores, el año pasado reportó únicamente 220 kilómetros cuadrados analizados, en contraste con los 1,064 kilómetros cuadrados del 2021, con lo que redujo en 844 sus actividades en este renglón exploratorio.