La deuda financiera de la empresa petrolera durante el primer trimestre es el más bajo desde 2016, pero poco se debe a la propia estrategia de la compañía.
La deuda financiera de la estatal Pemex, que continúa siendo la petrolera más endeudada del mundo, ha tocado su nivel más bajo en años. No al extremo de cumplir la promesa presidencial, pero ésta ya ha llegado a su escalón más bajo desde 2016, según los registros y tomando como base el último resultado trimestral divulgado por la compañía.
La estatal ha reportado una deuda financiera de 101,499 millones de dólares al terminar el primer trimestre de este año. Se trata de una baja importante de 4,556 millones respecto al cierre de 2023.
En 2016, Pemex registró una deuda financiera por 95,972 millones de dólares. De ahí en adelante, ésta creció de manera acelerada.
La baja reportada en el último trimestre se explica por una inyección de 4,600 millones de dólares por parte del gobierno federal para cubrir sus amortizaciones de deuda.
Esta última cifra es tan sólo una parte de los 145,000 millones de pesos –alrededor de 8,500 millones de dólares con base en el tipo de cambio actual– que Hacienda decidió destinar a Pemex este año para cubrir sus amortizaciones de deuda, toda vez que la compañía aún no ha podido cumplir con sus obligaciones de manera autónoma.
“Con estos resultados se confirma que se han tomado buenas determinaciones de la riqueza petrolera y que los apoyos y coordinación con el gobierno federal han valido la pena”, dijo Octavio Romeo Oropeza, el director de la petrolera al hablar sobre los resultados de la deuda financiera.
Pero, la reducción de la deuda se explica más por los recursos del gobierno federal que por un cambio en la dinámica financiera u operativa de la compañía.
En 2023 Pemex recibió 28,200 millones de pesos –alrededor de 7,500 millones de dólares– para cubrir sus amortizaciones de deuda.
La administración de Pemex ha asegurado que terminará 2024 con una deuda de 95,000 millones de dólares. Y la compañía ya se habría gastado la mitad de los recursos que Hacienda entregó a Pemex para el ejercicio de este año.
“Para el servicio de nuestra deuda, hemos dependido y podemos seguir dependiendo de una combinación de flujos de efectivo de nuestras operaciones, retiros en virtud de nuestras líneas de crédito disponibles, contribuciones de capital del Gobierno de México y el endeudamiento adicional (incluida la refinanciación del endeudamiento existente)”, dijo la compañía en su último reporte a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos.
Durante 2024 Pemex deberá cubrir obligaciones de deuda por poco más de 28,000 millones de dólares y alrededor de 45,000 millones en los siguientes tres años. Los analistas y las agencias calificadoras coinciden en que el próximo gobierno federal –sin importar quién lo encabece– deberá continuar con los apoyos financieros porque Pemex aún no estará en capacidad de generar la suficiente liquidez.
La abultada deuda con proveedores
Mientras la compañía ha visto bajas importantes en la deuda financiera, sus adeudos con los proveedores no ceden.
La compañía reportó un adeudo con contratistas y proveedores por 364,814 millones de pesos, una baja de apenas poco más de 3,500 millones de pesos. Al finalizar 2023 la estatal registró su nivel de deuda de este tipo más alta de la que se tenga registro.
En una comparación, desde que inició el sexenio este adeudo ha crecido en más de 75% –un aumento de alrededor de 156,000 millones de pesos–.
La administración de Pemex ha prometido que pagará alrededor de 70,000 millones de pesos durante mayo, apenas el 19% del total hasta ahora registrado.
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