El desarrollo de nuevas tecnologías y el aparecimiento de fuentes alternas han permitido la evolución de un sistema energético concentrado hacia un sistema descentralizado
El mundo de la energía está cambiando. De un sistema concentrado y centralizado descubierto en 1888, el sistema energético está evolucionando hacia un sistema descentralizado con diversas fuentes de generación energética. Existen dos factores principales que causaron esta transformación: la introducción de las tecnologías de la información en el sector energético y el surgimiento de fuentes alternas de generación de energía a niveles escalables.
La convergencia de la tecnología de la información y energía
En los últimos 20 años, Internet ha conectado a 2.5 mil millones de personas. En los próximos seis años, este número se duplicará. Internet conectará a 40 mil millones de máquinas a esos 5 mil millones de personas a la vez. La siguiente etapa de la conectividad dependerá de las máquinas. La combinación del software de TI junto con los dispositivos eléctricos y productos les brinda información en tiempo real y servicios inteligentes a los clientes a efecto de ofrecer a todos los interesados una oportunidad de implementar eficiencia energética activa, compartir una mejor energía y consumo en el momento ideal a partir de las redes eléctricas inteligentes a todos los interesados.
Fuentes alternas de generación
de energía
Desde el auge del gas de esquisto (shale gas) en los Estados Unidos y el aumento del aspecto renovable de las diversas fuentes de energía, éstas cada vez cuentan con una mayor escala y alcance. Por ejemplo, el precio de las celdas fotovoltaicas de silicio cristalino han pasado de los 78 USD por watt a 0.72 USD en menos de cuatro décadas (de 1978 a 2013, BNEF). Los mercados que se basan en políticas han facilitado el despliegue de estas tecnologías que se encuentran alcanzando la paridad en la red eléctrica en diversos mercados. En el primer trimestre de 2014 hubo 79 países cuyo precio de la energía fotovoltaica era igual o menor al precio promedio de la red eléctrica (Al Gore, http://www.politico.com/).
Esta amplia gama de fuentes de generación de energía, en conjunto con el surgimiento de las tecnologías de la información en el sector energético, redefinen los ecosistemas energéticos en cuanto a la oferta y la demanda y generan oportunidades de contar con una mayor eficiencia en varios niveles, desde las personas hasta la planta de fuerza, para garantizar una optimización máxima de la cadena de suministro.
Efectos en toda la cadena de energía
Para los consumidores, la conexión de los sistemas de energía, teléfonos y máquinas en la vida cotidiana brinda información sobre las necesidades de los clientes, así como una oportunidad para controlar su consumo. Reduce el recibo de luz del consumidor y aumenta su capacidad de compra dentro de un periodo de retorno muy corto. El acceso a información en tiempo real y flexible, así como los dispositivos conectados, permiten a los consumidores modificar sus patrones de consumo. Se encuentran facultados para elegir el momento, cantidad y forma de consumir energía, preferentemente cuando la electricidad resulta económica y ecológica.
A nivel de servicios y regional, la eficiencia energética permite un suministro cada vez más confiable y brinda cobertura contra apagones. También ahorra grandes cantidades en los costos de inversión, pues evita la creación de nuevas plantas. Las tecnologías de eficiencia energética también ahorran grandes cantidades, pues aumentan la resistencia, seguridad y anticipación de condiciones climatológicas extremas. Los servicios pueden conectar la oferta y la demanda y brindar nuevos servicios a los clientes para que tengan un menor consumo y un tiempo óptimo.
A nivel del país, la implementación de niveles de energía más elevados genera una oportunidad económica para reducir el gasto público, pues los gobiernos equilibran su compraventa de energía, que es la que genera mayor presión en la economía. El balance energético de la Unión Europea se ha sextuplicado a lo largo de una década, cuya importación de petróleo únicamente ha llegado a los 500 mil millones de USD en 2012 (Enerdata, 2013). El escenario de un mundo eficiente que plantea el World Energy Outlook de IEA destacó que podría darse un efecto positivo de 570 mil millones de USD en el balance energético de las cinco regiones clave, donde se prevén 190 mil millones de USD para China y 110 mil millones de USD para la India, de impacto positivo, mediante la implementación de un escenario mayor de eficiencia energética; así como un enorme potencial para la creación de empleos, cuyo cálculo varía de los 800,000 a un millón de empleos al 2025 en un país como, por ejemplo, Francia (Ademe, OFCE, 2013).
Las personas son el centro de este nuevo mundo energético donde se redefinen los papeles
Sin duda alguna, los servicios deben mantener su papel central en esta evolución y, de hecho, ya se encuentran replanteando la forma de operar y dirigirse a los clientes. Conforme cambian las necesidades y conducta de los clientes, de igual forma sus requerimientos. Esta transición requiere de una gestión sólida del cambio para evitar sobreproducción. Todos los interesados, servicios, ciudades, gerentes de instalaciones, proveedores de energía deberán estar preparados para seguir evolucionando junto con sus papeles, como parte de los modelos de negocios y oferta de tecnología. La transformación se centra en los clientes y abre el camino a nuevos modelos de consumo de energía y de gestión de recursos. Se requiere de una tecnología confiable y simple como guía a lo largo de las diversas transiciones.
Las tecnologías existen para aprovechar la eficiencia en todo nivel
La evolución de las tecnologías, a través del software y del internet de las cosas abre nuevas formas de optimizar toda la cadena de energía mediante sistemas de integración. Dichos sistemas garantizan que la energía sea segura, confiable, ecológica y eficiente a un costo menor. En este momento, mediante el uso del internet para conectar a las personas con su entorno y éste con la red inteligente, pues permite su apagado automático y promoción del consumo; cuando la energía es económica y ecológica se obtienen, al menos, 30% de ahorros mediante medidas de eficiencia energética que no implican grandes renovaciones ni molestias a los usuarios finales. Todo esto con un periodo de retorno de tres años. Ahora, el software permite la reducción de picos. Por ejemplo, EnergyPool de Schneider Electric ha reducido aproximadamente 1.7GW de energía desde su inicio, lo cual equivale a un reactor nuclear. Los clientes que se encuentran en edificios, industrias, centros de datos e infraestructuras tienen una gama de tecnologías a su alcance, desde productos hasta sistemas y soluciones, para restringir el uso de energía y permitir el ahorro de la misma a lo largo de toda la cadena.
Aunque debemos aceptar las tácticas de ahorro de costos para hacer frente a los retos principales de nuestra generación, desde la escasez de recursos, congestión de tránsito, contaminación y un aumento de condiciones climáticas extremas, así como pobreza energética y competitividad; los cálculos muestran que más de 2/3 del potencial de la eficiencia energética y del ahorro de costos sigue sin implementarse.
Las fallas en el mercado
y la resistencia al cambio explican
este potencial sin utilizar
El tiempo de retorno es corto, dentro de pocos años, y las inversiones se refinancian con los ahorros. Los gobiernos deberían crear entornos que faciliten la implementación de eficiencia energética y redes eléctricas inteligentes y deberían permitir una situación justa para garantizar que todos los mercados de energía sean libres y competitivos, principalmente impidiendo que haya subsidios de tecnología de combustibles fósiles.
Las transiciones pueden tardar, pero éstas valen la pena y deberían ocurrir con mayor rapidez, pues ofrecen beneficios a todos: para la reducción de emisiones de carbono, capacidad de compra del consumidor, creación de empleados y saldo de pagos de los países, así como menores gastos de capital. Es momento de suministrar energía a las personas y desencadenar un nuevo mundo de energía que esté enfocado en lo digital, local y en los clientes.