Expertos concuerdan que prevalece un alto riesgo de que surjan complicaciones ambientales debido a las obras que se ejecuten en dicho yacimiento
En enero del próximo año se efectuará la cuarta licitación de la Ronda Dos, en donde se incluyeron 30 áreas contractuales, de las cuáles, la última que se integró se ubica en el estado de Yucatán y en ella se prevé la existencia de un mega yacimiento. No obstante, la integración de este campo ha causado controversia y marca un recordatorio de porqué México necesita establecer estrictas normas ambientales a la brevedad, según especialistas.
Expertos concuerdan que prevalece un alto riesgo de que surjan complicaciones ambientales, ya sean marítimas o aéreas, debido a las obras que se ejecuten en dicho yacimiento. Cabe recalcar que años atrás, Petróleos Mexicanos hizo un intento por realizar exploraciones en dicha zona, hubo una consulta pública y con base en elementos técnicos, se llegó a la determinación de que no era posible practicar dicha actividad debido a la fragilidad de los ambientes y a la dependencia de los recursos marinos en gran parte de la población costera, alrededor de 15 mil familias, dijo Víctor Manuel Vidal Martínez, investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados, del Instituto Politécnico Nacional en Mérida (CINVESTAV-IPN Mérida).
En este sentido, consideró importante recabar previamente información acerca del impacto ambiental que se pudiera tener en el perímetro cercano al bloque 30, con el fin de saber cuáles serían los métodos pertinentes que deben seguirse al iniciar los trabajos exploratorios en dicha área, ubicada a unas cuantas millas al norte de la zona de arrecifes llamada Los Alacranes.
Si en este momento se efectuaran dichas obras en el área de Yucatán sin previa información, “el radio de impacto sería alrededor de tres o cuatro kilómetros, la complicación vendría al producirse un derrame de petróleo”, manifestó Vidal Martínez en entrevista con PetroQuiMex.
Por su parte, Drew Nelson, director de Asuntos Internacionales en Environmental Defense Fund (EDF), comentó que en las actividades petroleras se desperdician grandes cantidades de gas natural, siendo en su mayor parte metano, ya sea mediante fugas o venteo intencional, no obstante, si no se cuentan con las condiciones y protecciones adecuadas para evitarlas, podrían existir severas consecuencias ambientales.
Lo anterior podría afectar la calidad del aire en México y se interpone en el camino para que el gobierno federal alcance sus metas ambientales propuestas a nivel internacional, mismas que fijó en relación a la reducción de sus emisiones de efecto invernadero, sin embargo, el incremento de estos gases podría atenuar los esfuerzos del Estado mexicano para cumplir con los objetivos previamente mencionados.
Antes de explorar hay que investigar: expertos
El trabajo realizado por la organización EDF en Estados Unidos ha demostrado que los impactos ambientales ocasionados por la industria petrolera son mayores a lo que públicamente se reportan por el mismo sector. “Nuestro trabajo en EU está enfocado en reducirlos mediante la ciencia, economía, legislación y alianzas estratégicas”, declaró Drew Nelson.
Existen diferentes maneras de limitar el impacto que tienen los hidrocarburos a nivel marítimo y aéreo, sin embargo, para llevar a cabo dicha hazaña se requiere de una serie de medidas de contención, de mitigación y/o de contingencia de derrame, debido a que no todo el crudo se va al fondo del mar, al contrario, una buena parte de éste se evapora y su destino final es la atmósfera, detalló Vidal Martínez.
En el caso de México, se pretende disminuir el riesgo de un posible percance en el área denominada Los Alacranes y que las actividades de exploración estén bien implementadas con el propósito de hacerle frente a un desastre ambiental, señaló el investigador del CINVESTAV-IPN. Por lo tanto, se deben evaluar detalladamente cuáles son las medidas de prevención necesarias, antes de que comiencen los trabajos exploratorios en dicho lugar, que es prácticamente virgen y, además, posee una biodiversidad enorme.
“Dada la magnitud del impacto ecológico que conllevaría un derrame petrolero, la Secretaría de Marina (SEMAR), en colaboración con las instituciones académicas involucradas, deben establecer los planes de emergencia con la tecnología más avanzada para contender posibles incidentes ambientales, por ejemplo, ¿cuántos kilómetros de redes y cuántas toneladas de sustancias se requieren para poder capturar los hidrocarburos?”, expresó Víctor Manuel Vidal.
La SEMAR tiene una serie de simulacros que realiza normalmente con varias instituciones en Yucatán, además de contar con redes y unas sustancias que se emplean con el fin de atrapar el crudo cuando se presenta un percance.
El Consorcio de Investigación del Golfo de México (CIGOM), integrado por algunas instituciones como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada, Baja California (CICESE), entre otras; ha realizado experimentos en el Golfo de México con bioensayos exponiendo los organismos a las instancias y se han encontrado mutaciones y deformaciones en los animales que viven en la columna de agua.
Otro punto importante que agregó el investigador, es el proyecto que tiene el cigom con la Secretaria de Energía (sener) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (conacyt), a través del Fondo de Hidrocarburos, el cual permite realizar un monitoreo permanente, conocido también como “cruceros oceanográficos”, con el objetivo de obtener información de la plataforma continental de Yucatán que arroja datos biológicos y así, comparar las evidencias existentes antes y después de que comiencen las faenas exploratorias.
Los cruceros oceanográficos tienen una dinámica que depende de la época del año y se estima que en éste se terminen. Podría haber un nuevo monitoreo para 2018, sin embargo, el incremento en el precio del dólar recorta la posibilidad de establecer un plan de largo plazo de investigaciones en la zona y limita a conseguir mayores elementos biológicos, afirmó Vidal Martínez.
Asimismo, el Fondo de Hidrocarburos ha impulsado a las instituciones que conforman el CIGOM a generar datos biológicos de la zona yucateca para que sirvan como elementos concretos, “con la finalidad de tomar una decisión acerca del uso de las soluciones y para deliberar la política pública que se requiere para el manejo adecuado y cuidadoso del medio ambiente, debe existir una reunión con las autoridades pertinentes”, manifestó Víctor Manuel Vidal.
Quien considera que “sería muy importante que esta convocatoria tenga un alcance a nivel federal, estatal y municipal para sentarnos con las instancias adecuadas, como la CNH, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) y la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), entre otras, para poder generar la reglamentación que se requiere con base en la enorme riqueza que hemos detectado en esta área, en términos de los recursos biológicos”.
Pero, ¿Cuáles son los beneficios de tener un mega yacimiento en México?
Ambos especialistas coinciden que haber encontrado un yacimiento de este tipo es una gran ventaja para México, debido a la derrama económica que generará. Por su parte, Drew Nelson expuso que atacar directamente el problema de metano, favorecerá el impacto económico.
Mientras que, el investigador del CINVESTAV exclamó que “podría haber mayores beneficios si se contara con estudios que permitan tener una mejor distribución de la riqueza, derivada de la extracción petrolera en esa zona a mediano y largo plazo. Dicha región donde se va a iniciar la operación es un ambiente de corales vivos y sí existe un fuerte riesgo de daño al medio ambiente, sin embargo, es una actividad prioritaria económicamente hablando y hay que tomar las medidas necesarias para mitigar el impacto, mismo que no vamos a poder eliminar.”
Bajo ese panorama, es que las medidas de mitigación y el monitoreo permanente son dos elementos fundamentales para estar al pendiente de la salud del ecosistema, con lo cual, no se va a poder evitar el riesgo de un accidente ambiental, pero sí se aminorará con las decisiones necesarias y bien planteadas.
Importante combatir metano
La industria del gas y petróleo es regulada en distintas formas a nivel estatal y federal, con diferentes protecciones ambientales dirigidas a limitar el impacto en tierra, agua y aire.
En ese sentido, una de las grandes áreas de oportunidad para que México proteja a sus comunidades, minimice sus desechos y alcance las metas medioambientales, es la reducción de las emisiones de metano, por lo cual, EDF recomienda que la ASEA implemente regulaciones para prevenir que dicho gas se convierta en un problema sin control, con el fin de asegurar un desarrollo responsable y eficiente de la industria petrolífera en México, dijo Drew Nelson de EDF.
“Ahora es el momento para definir una fuerte reglamentación para prevenir las emisiones de nuevas fuentes, antes de iniciar la producción, así como para reducir las emisiones de fuentes que ya contribuyen al problema”, complementó.
En el caso de Estados Unidos, específicamente en ciudades como Colorado, California y Nueva York, se han establecido regulaciones para limitar las emisiones que provienen directamente de la industria de hidrocarburos. Pennsylvania se ha comprometido a regular y desarrollar medidas estatales. A nivel federal, la Agencia de Protección Ambiental (EPA) y la Oficina de Administración de Tierras, lanzaron regulaciones en materia de metano durante la administración de Barack Obama, pero éstas no han sido implementadas en la actual administración del presidente Donald Trump. EDF trabaja para defender estas medidas federales y ha obtenido victorias tanto en la corte, como en el senado.
En lo que respecta a Canadá, su gobierno federal actúa para que en mayo de este año concluya las regulaciones propuestas para combatir las emisiones de metano. Las administraciones de provincias claves como Alberta, también se han comprometido a regular estas emisiones provenientes del petróleo y el gas.
Distintas jurisdicciones en el extranjero, cuentan con regulaciones para controlar las emisiones al aire provenientes de la industria energética, de las cuales, las mejores prácticas regulatorias son:
Priorizar la captura del gas y minimizar la quema.
Detección y reparación oportuna de fugas frecuentes.
Eliminar o minimizar el venteo.
Monitoreo, reporte y observación.
El director de Asuntos Internacionales en EDF, puntualizó que “se deben poner en marcha normas que lidien con las emisiones de fuentes identificadas que contribuyen al problema del metano. México también necesita regulaciones con vistas al futuro, que garanticen que el desarrollo de proyectos provenientes de la reforma energética se haga de la forma más responsable posible”.