El presidente Andrés Manuel López Obrador arremetió, una vez más, contra la reforma energética implementada durante el sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto, con la que se permitió la apertura del mercado para generar un clima de competencia.
En esta ocasión, el mandatario aseguró que, de ser necesario, enviaría una reforma constitucional para volver a fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad, la empresa que, según dijo, “con la reforma energética se apostó a destruirla”. En el mismo tema, dijo que la reforma sería para “cuidar que no falte la luz, pero también que no aumente el precio de la luz”.
El tema surgió cuando el presidente fue cuestionado sobre los resultados de las elecciones del pasado 6 de junio, en la que el partido en el poder, Morena, perdió la mayoría calificada dentro del Congreso. Al respecto, este manifestó que los legisladores que voten en contra de la posible reforma, serán considerados “representantes de grupos de intereses creados”.
López Obrador ha buscado, desde el inicio de su administración, el fortalecimiento de las empresas estatales, como la CFE y Petróleos Mexicanos (Pemex). En su discurso, asegura que la apertura del mercado únicamente benefició a las empresas particulares y ya ha buscado la forma de revertir estos efectos. Sin embargo, la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica y la reforma a la Ley de Hidrocarburos se mantienen actualmente en suspensión definitiva.
Finalmente, el presidente se mantuvo firme respecto a las acciones que tomará en caso de que se siga dando preferencia a las empresas particulares, por encima de la CFE, y no dio detalles sobre el momento en el que podría lanzar esta reforma, “en su momento”, puntualizó.