En el mensaje que el presidente Andrés Manuel López Obrador acostumbra ofrecer a los 100 días de su gobierno, este año destinó una parte de su discurso a defender la actual política energética, en materia de hidrocarburos y electricidad.
Hidrocarburos
En materia de hidrocarburos, el presidente refirió que su política petrolera respetará los contratos otorgados durante la Reforma Energética, impulsada por su predecesor, Enrique Peña Nieto; sin embargo, reiteró que su gobierno no permitirá más participación de la iniciativa privada en el mercado de gasolinas, diésel y otros derivados, en aras de proteger y fortalecer a la estatal, Petróleos Mexicanos (Pemex).
El objetivo, dijo, es “producir en México las gasolinas que el país consume y dejar de importar combustibles del extranjero”, pues así puede continuar la “modernización” de las refinerías ya existentes, así como la construcción de una planta coquizadora en Tula, Hidalgo y, aseguró, van a concluir la nueva refinería en Dos Bocas, Tabasco.
Tal como lo expresó el pasado 18 de marzo, durante el evento de aniversario de la Expropiación Petrolera, López Obrador reiteró que la extracción de petróleo será una actividad destinada exclusivamente a la refinación, para cubrir la demanda de combustibles del mercado interno, pues así “se acabará con la práctica de exportar crudo y comprar gasolinas”, ya que la materia prima será procesada en el país.
Además, repitió que, aun cuando se han descubierto tres yacimientos, su nueva política significa “no extraer más petróleo que el indispensable”, para las actividades antes mencionadas. Por lo tanto, aseguró una vez más que, al final del sexenio, su meta de producción será de 2 millones de barriles diarios, alrededor de 600 mil menos que lo estimado al inicio de su mandato.
Para mantener los beneficios de Pemex, el mandatario informó que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) seguirá reduciendo los impuestos a Pemex, “para garantizar la ejecución de su programa de inversión, mantenimiento y operación”.
Sobre el tema de los hidrocarburos, celebró que durante su mandato, el delito de robo de hidrocarburos, o “huachicol”, se redujo en un 95 por ciento.
Electricidad
En medio de las controversias en las que se encuentra el sector, López Obrador defendió su Reforma Eléctrica y arremetió contra la “privatización del sector público”, la apertura del mercado a empresas nacionales y extranjeras y los subsidios, un tema que se ha mantenido dentro de su agenda en días recientes.
Culpó a las empresas privadas del abandono de las plantas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), empresa pública y prioritaria en la administración actual que, así como Pemex, pretenden fortalecer y “rescatar” para que no sea “ninguneada” a través de “tratos de segunda, mientras se otorgaban privilegios a empresas extranjeras como Iberdrola”, puntualizó.
Finalmente, el presidente reiteró su objetivo de “revisar contratos leoninos, porque no es justo que los consumidores domésticos paguen la luz con tarifas más elevadas que las corporaciones empresariales o las grandes cadenas comerciales”.
Actualmente, la Reforma Eléctrica se encuentra suspendida de forma definitiva, gracias a diversos amparos otorgados por jueces especializados en materia de competencia económica. La Secretaría de Energía (Sener) hizo pública la suspensión el pasado 24 de marzo, a través del Diario Oficial de la Federación.