El banco BBVA recomendó un cambio de modelo de negocio para Petróleos Mexicanos (Pemex), ante el riesgo de que la deuda de la empresa estatal afecte a la calificación crediticia de México.
«Sería muy deseable que Pemex haga cambios al modelo de su negocio», expresó Carlos Serrano, economista jefe de BBVA México, para que la deuda de la petrolera no afecte a la de México, tras comentarios emitidos por la calificadora Fitch Ratings en ese sentido.
Fitch ratificó a principios de mes la calificación BBB- con perspectiva estable para México, después de la rebaja emitida en abril desde el nivel de BBB que otorgaba al país antes de la crisis derivada de la covid-19.
Serrano recomendó al gobierno federal «dejar de invertir y de insistir en la refinación», puesto que es «donde más dinero se pierde» y la actividad «va a ir a la baja en el mundo».
Actualmente, Pemex está construyendo una nueva planta de refinación en Dos Bocas, en el estado de Tabasco, cuya inversión supondría unos 8 mil 900 millones de dólares.
Además, la petrolera estatal, como parte de los planes del presidente Andrés Manuel López Obrador, está impulsando la reforma de las otras seis refinerías existentes en el país.
Serrano expuso también la conveniencia de «abrir las puertas a la inversión privada», algo que parece lejano, dadas las intenciones del Ejecutivo de alcanzar la soberanía energética. «Hay muchas reservas en aguas profundas, que Pemex no tiene los recursos ni los conocimientos para explotarlas», señaló el economista de BBVA.
La filial mexicana del banco español publicó un estudio la semana pasada, advirtiendo que los ingresos petroleros de México seguirán bajando pese a que consiga aumentar su producción, debido a la depreciación del peso frente al dólar y al comportamiento general de los precios.
La pandemia de covid-19 hizo que, a finales del primer trimestre de 2020, el precio del petróleo tuviera su mayor caída de las últimas décadas, es decir, 53.4 por ciento.
Pese a que tanto la demanda como el precio manifiestan una recuperación desde junio, no hay un retorno a niveles anteriores a la pandemia y «las variaciones anuales continúan en terreno negativo», consideró entonces BBVA.