La Comisión Reguladora de Energía (CRE) hizo caso omiso de su propia recomendación de controles de precios para el gas LP, pues hace tres años advirtió que son dañinos para la competencia y los usuarios, lo que es el perfecto argumento para que las empresas se amparen, dijeron expertos.
En el documento Liberación de precios finales al público de gas LP, memoria documental 2018, elaborado por el regulador en el sexenio pasado, advirtió que ese mecanismo evitó que se conociera el verdadero funcionamiento del mercado.
También concluyó que al dividir al país en 145 regiones para la venta de gas LP se generaron zonas que quedaron bajo el control de pocas empresas, lo cual dificultó la entrada de nuevos participantes.
A pesar de esas advertencias, la dependencia volvió a aplicar ese mismo esquema. Susana Cazorla, ex directora de la Unidad de Gas LP de la CRE, explicó que la medida afecta a las pequeñas gaseras, porque no generan los suficientes ingresos para hacer frente al control de tarifas y tienden a desaparecer, dejando el mercado a los grandes jugadores.
“La evidencia muestra que los controles de precios distorsionan el mercado, no responden a la oferta y demanda y benefician a las grandes empresas”, puntualizó.
El documento de la CRE dice que el esquema de precios libres mejora las condiciones del servicio al cliente, permite la elección de los proveedores y fomenta la competencia en beneficio de los usuarios.