Enrique González Haas, presidente y director general de Schneider Electric México y Centroamérica / Redacción Petroquimex
Hace 71 años se estableció el 14 de febrero como el Día Mundial de la Energía con el objetivo de promover la utilización de fuentes alternativas y disminuir el uso de las energías no renovables.
De acuerdo con una investigación del Departamento de Estudios Urbanos y del Medio Ambiente, en México, más de 12 millones de hogares se ven obligados a destinar parte excesiva de sus ingresos para pagar facturas energéticas.
Para Schneider Electric el acceso a la energía es un derecho humano básico y por ello el enfoque de su negocio es lograr la eficiencia energética, mediante acciones y tecnologías encaminadas a disminuir el gasto en energía eléctrica. Gracias a la eficiencia energética se optimiza la relación entre la energía consumida y el precio de los productos o servicios que se alimentan de la misma. Las claves para conseguirlo estriban en mejorar los hábitos de consumo, así como en inversiones e innovaciones tecnológicas.
En opinión del autor de este texto, la eficiencia y la diversificación energética son una tendencia global que, para cumplir, es necesario un cambio de paradigma en el modelo tradicional de abastecimiento y distribución de energía eléctrica. Además de priorizar, apoyar y orientar las inversiones que permitan el fortalecimiento del sector eléctrico.
El Informe de Mercado sobre Eficiencia Energética o The Energy Efficiency Market Report, de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) subraya la importancia de la eficiencia energética como recurso energético y su papel clave en el mercado global de la energía. En varios países miembros de la AIE, entre ellos México, las medidas de eficiencia energética adoptadas hasta el momento, han logrado reducir la demanda de energía en una cantidad superior al aporte de cualquier otra fuente energética, sean fósiles o renovables. Este fenómeno permite ubicar la eficiencia energética en la categoría de «primer combustible», por ser el recurso energético que se debe usar, antes que cualquier otro, para cumplir los compromisos de sostenibilidad y reducir el consumo global.
Otro punto clave se centra en la gestión de la generación y transmisión de energía; un tema en el que el concepto de red eléctrica ‘inteligente’ se alza como claro protagonista, debido a que su uso podría cambiar de modo fundamental la manera en la que se administra y paga el uso de electricidad, dado que, mejorando la fiabilidad y la eficiencia, se reducirá la demanda, al igual que los costos.
De manera que, el cambio de modelo es una necesidad estratégica y cada vez más países están implementando acciones y políticas para aumentar la sostenibilidad y la eficiencia de sus sistemas energéticos, México entre ellos.
En resumen, la suma de tecnologías, políticas públicas y la voluntad del sector privado puede dar como resultado un sistema energético más eficiente, sostenible, económico y con él, una nueva clase de consumidor de energía. De esta forma, gobiernos, ciudadanos y el planeta mismo se beneficiarán con el cambio de modelo. Sólo falta poner manos a la obra y obtener el máximo beneficio de todo aquello que la naturaleza nos proporciona: la luz solar, el viento, las olas y el calor de la Tierra.