Es cierto que las diferentes licitaciones en materia de hidrocarburos en México han avanzado a paso apresurado, no obstante, las grandes empresas petroleras internacionales se han resistido más de lo esperado a invertir en el país en el corto plazo, razón por la cual, la Secretaría de Energía da a conocer que los mayores montos de inversión extranjera en el sector energético durante la administración Peña no los recibirá necesariamente la industria petrolera, sino la eléctrica.
A pesar de esto, las empresas del ramo de hidrocarburos saben que, para mantenerse en el juego de la exploración y producción en un entorno de mayor competencia y un precio del petróleo bajo, hay que invertir en nuevas tecnologías con el fin de mejorar la productividad de los pozos, reducir los costos de operación y aumentar el factor de recuperación de éstos.
Anteriormente la exploración de pozos se hacía sin determinar factores significativos, como el retorno de inversión y la productividad que se puede tener en cada activo, simplemente se exploraba y perforaba, hoy en día esto ya no puede ser.
Es por ello que, en pemex Exploración y Producción se identificó que de las necesidades tecnológicas que se tienen en esta área, el 57 por ciento tiene que ver con el entendimiento de los yacimientos, es decir, con su caracterización estática y dinámica; mientras que un 25 por ciento está relacionado con el incremento de producción y sólo el 18 por ciento con confiabilidad operacional.
La innovación y el desarrollo de nuevos proyectos en el sector de energía seguirá siendo una tendencia muy marcada en los próximos años, por lo que, los institutos de investigación reconocen que, para tener resultados más favorables en pro de toda la cadena de valor, es necesario que las grandes petroleras no sólo se encarguen de llevar a cabo la investigación sino de asumir el riesgo que conlleva implementarla.
Asimismo, hay que crear proyectos que permitan tener un sector energético más sustentable, ya que a pesar de que México asumió el compromiso internacional no condicionado para realizar acciones de mitigación, que tendrán como resultado la reducción del 22 por ciento de sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero hacia 2030 y para que la generación de electricidad con energía limpia tenga una participación de 35 por ciento en 2024 y de 43 por ciento hacia el año 2030, hay ciertas demoras en estas metas establecidas por el gobierno.
Las emisiones de la generación de energía quedan por debajo de las Contribuciones Nacionalmente Determinadas del sector eléctrico establecido para 2030, además, hay un aplazamiento de entre tres y cinco años de las metas de participación de energías limpias, establecidas en la Estrategia de Transición.