Pero se mantiene la presión hacia las energías limpias.
El director general de ExxonMobil pronosticó un resurgimiento de la inversión en la producción de combustibles fósiles, al tiempo que responsabilizó del aumento de los precios del gas y el petróleo a la presión para pasar a una energía más limpia en un momento de demanda incesante.
Darren Woods, CEO de la compañía, afirmó que los esfuerzos por reducir las emisiones al recortar la producción antes de abordar el consumo hacen que el mundo tenga dificultades para satisfacer las necesidades de energía, señalando una “visión optimista” sobre la rapidez con la que puede producirse la transición energética.
Los gobiernos no solo no abordaron “el lado de la demanda de la ecuación”, sino que tampoco reconocieron “que se necesita un conjunto bastante robusto de soluciones alternativas si se va a satisfacer de forma confiable y asequible las necesidades de la gente”, declaró Woods al Financial Times.
Los precios mundiales del crudo se dispararon este año por encima de los 100 dólares por barril, ya que la invasión de Rusia a Ucrania tensó los mercados del petróleo, alimentando una alta inflación que no se veía desde hace décadas en todo el mundo.
En declaraciones al FT en la conferencia en Bruselas organizada por el German Marshall Fund, Woods dijo que espera que el precio del petróleo siga subiendo hasta que se estimule una nueva inversión en la producción.
“Siempre se dice que la cura para los precios altos son los precios altos. Y eso es exactamente lo que creo que veremos. Así que es una cuestión de qué tan alto suben los precios”.
A diferencia de sus rivales BP y Shell, que se comprometieron a reducir la producción de gas y petróleo con el paso del tiempo para ayudar a disminuir las emisiones, Exxon se resiste firmemente a las presiones para recortar sus planes de producción, y planea grandes inversiones petroleras en Estados Unidos, Brasil y Guyana.
Durante la pandemia de covid-19, Exxon fue blanco de la presión de los inversores activistas, que hicieron campaña para que la empresa esbozara una estrategia de transición energética, y lograron instalar a nuevos directores en su consejo de administración. Desde entonces, la compañía anunció su objetivo de reducir las emisiones de sus propias operaciones a cero netos en 2050, pero se resiste a comprometerse a reducir las emisiones creadas cuando se queman sus productos.
Sin embargo, ExxonMobil redujo sus planes anuales de gasto de capital en desarrollos de gas y petróleo desde antes de la pandemia. Ahora planea gastar entre 20 mil y 25 mil millones de dólares (mdd) al año hasta 2027, frente a los planes de 2019 de gastar 30 mil mdd o más al año.
Woods dijo que la “fuente” mundial de nuevos proyectos de gas y petróleo es “más delgada que en el pasado”, y que incluso con precios altos, las compañías petroleras se preocupan por la demanda a largo plazo de su producto. “Se trata de inversiones multimillonarias con un horizonte a muy largo plazo”, dijo. “¿Cómo se piensa en eso con la incertidumbre asociada a la transición? Es un equilibrio difícil de alcanzar”.