El proyecto del gasoducto submarino Texas-Tuxpan es de suma relevancia porque abastecerá a la industria y a las plantas de generación eléctrica de la CFE del norte, centro y sur del país
Contar con una infraestructura sólida de gas natural es fundamental para garantizarle a los consumidores un suministro confiable de este combustible. En México este tipo de industria ha ido progresando a través de diferentes proyectos de gasoductos, diseñados para llevar la molécula por todo el país y con ello satisfacer la creciente demanda del mercado.
La Asociación Mexicana de Gas Natural (AMGN) expone que la construcción de infraestructura permite llevar el gas natural a más industrias, comercios, familias y poder usarlo en autos. “Es indispensable continuar con la expansión de redes de gasoductos para que mayor número de ciudades disponga de gas natural, ya que se impulsa el desarrollo económico y social de las entidades”, afirmó Luis Vázquez Sentíes, presidente de la AMGN.
Un claro ejemplo de cómo el gas natural contribuye a la economía regional es la zona del Bajío; conformada por los estados de Aguascalientes, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Querétaro y San Luis Potosí; misma que en 10 años (2008-2018) logró tener una tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) superior a la media nacional, así como un aumento considerable de Inversión Extranjera Directa (IED), de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi).
Vázquez Sentíes explicó que, en los últimos años, se ha tenido una importante expansión del sistema de gasoductos, lo cual ha incrementado tanto la oferta de gas natural en México, como la capacidad de transporte y la redundancia en el sistema de gasoductos. Según cifras oficiales, el país cuenta con más de 16 mil kilómetros de gasoductos y 24 puntos de internación. En cuanto a la distribución, hay 2.6 millones de usuarios, lo que significa siete por ciento de la cobertura residencial y comercial. Al 2012, operaban en México 11 mil 347 km de gasoductos de transporte y desde entonces se han añadido cinco mil 411 km de gasoductos a la red. Se estima que a finales de 2019 ésta ascenderá a siete mil 542 km.
Aspectos generales del gasoducto marino sur de Texas-Tuxpan
Dentro de la infraestructura que se construyó, más la que continúa en proceso, existen gasoductos que pertenecen al Sistema de Transporte y Almacenamiento Nacional Integrado de Gas Natural (Sistrangas) y otros son propiedad de terceros. A partir de la reforma energética se anunció la construcción de diversos proyectos y aunque algunos se concluyeron, su operación estuvo detenida por una serie de desacuerdos entre las empresas contratadas y la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Tal fue el caso del gasoducto marino Texas-Tuxpan, resultado de licitaciones públicas organizadas por la CFE y ejecutado por el consorcio Infraestructura Marina del Golfo, una sociedad conjunta entre TC Energy Corporation (TransCanada) e Infraestructura Energética Nova (IEnova.)
Dicho gasoducto, cuya longitud es de 800 kilómetros y 42 pulgadas de diámetro, se concluyó en junio de 2019, tras una inversión de dos mil 100 millones de dólares. Sin embargo, hubo un problema referente a la negociación de las tarifas: tanto de servicio, servicio de transporte de gas, servicio de transporte de gas transparente y tarifa fija. Dos meses después, se anunció que el gobierno de la República y los privados encargados del proyecto llegaron a un acuerdo que le representa a la CFE un ahorro de cuatro mil 500 millones de dólares, además de tarifas transparentes en cuanto al servicio de transporte y tarifas fijas niveladas a través del tiempo. Aparte de acuerdos más equilibrados en materia de casos fortuitos o de fuerza mayor, garantizando así el abasto de gas para la industria eléctrica.
“Este gasoducto es de suma relevancia, ya que se traerá gas natural desde Estados Unidos hacia el centro del país. Era necesario resolver el tema de las tarifas, de lo contrario se corría el riesgo de tener un efecto negativo en los precios de generación eléctrica”, señaló Edgar Dávalos González, profesor de asignatura del Sistema Universidad Abierta y Educación a Distancia SUAyED Economía de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El proyecto resulta importante porque abastecerá a la industria y a las plantas de generación de energía eléctrica de la CFE, ubicadas en Tamaulipas y Veracruz, así como a otras regiones del oriente, centro y occidente con gas natural, combustible económico eficiente y limpio.
Adicionalmente, Luis Vázquez representante de la AMNG resaltó que, de acuerdo con información de las empresas participantes en la construcción del gasoducto sur de Texas-Tuxpan, se espera que el proyecto incremente, en 40 por ciento, la capacidad actual de suministro de gas natural del país; beneficiando la generación de energía eléctrica, el desarrollo y la competitividad de la industria.
El gasoducto Texas-Tuxpan se extiende desde el condado Nueces Brownsville en el sur de Texas hasta el municipio de Altamira en Tamaulipas, donde se instaló la estación de compresión más grande del país. Asimismo, se colocó una estación de medición, regulación y control para entregar a la central de ciclo combinado Altamira V. Cuenta con ruta hacia el sureste hasta el punto de bifurcación y desde ahí conecta al área de entrega/recepción de Naranjos, como al sitio de entrega/recepción en Tuxpan, Veracruz. En tierra, el gasoducto proveerá a México de gas natural mediante sus conexiones con los ductos de TC Energía de Tamazunchale, San Luis Potosí y Tula, Hidalgo; así como con el Sistema de Transporte y Almacenamiento Nacional Integrado de Gas Natural. Su capacidad es de dos mil 600 millones de pies cúbicos diarios, llevará gas a más de 14 centrales de generación de electricidad y apoyará a la industria nacional con mil 40 millones de pies cúbicos diariamente.
El docente de economía Édgar Dávalos indicó que el gasoducto Texas-Tuxpan permitirá costos más atractivos de gas natural para la industria ya que la logística cambiará al traer gas natural desde Estados Unidos de forma más directa, contribuyendo a que este fluido llegue a más lugares.
El camino del gas natural continúa
A decir del catedrático Dávalos González, siempre habrá empresas que demanden gas natural. Por ejemplo, aquellas que se dedican al acero o al vidrio, las que elaboran fertilizantes, las refresqueras, entre otras que, de no poder interconectarse, podrían verse afectadas en caso de que los gasoductos no operen exitosamente.
La presencia de gas natural en este momento abarca 20 de las 32 entidades federativas del país. Es esencial llegar a aquellos que aún carecen de suministro para impulsar el arribo de nuevos negocios y brindar mayor competitividad a la cadena de valor de la industria mexicana. En el sureste del país, donde la industria hotelera y restaurantera son importantes, el gas natural constituye una pieza indispensable.
“El país ya ha experimentado la falta de energía eléctrica en algunas regiones, específicamente en la península de Yucatán. La llegada de gas natural a esa zona permitiría incrementar la generación eléctrica de forma ininterrumpida a mejor costo y al mismo tiempo, disminuir emisiones contaminantes”, reconoció Luis Vázquez de la AMGN.
Conforme a Dávalos González, en 1998 se usaban tres mil 600 millones de pies cúbicos de gas natural, mientras que en la actualidad el consumo es de casi ocho mil millones de pies cúbicos; de modo que, en 20 años la demanda se duplicó en 2.5 y esta tendencia en aumento remite a un futuro prometedor para este energético; donde México es la región del mundo con los precios más bajos de gas natural. Si bien, el país debe trabajar para incrementar sus volúmenes de producción nacional, también tiene que capitalizarse esta ventaja, por lo que es preciso contar con la infraestructura de transporte, distribución y almacenamiento que se requiere.
Para la AMGN es imprescindible que la suma de esfuerzos entre gobierno e industria fortalezcan el desarrollo energético del país. Particularmente en el caso del gas natural, uno de los objetivos es llevarlo a regiones o entidades donde aún no cuentan con él, como el sur-sureste del país.
“Necesitamos avanzar en proyectos que nos permitan extender la infraestructura a más ciudades y robustecer la seguridad energética del país, donde es factor clave desarrollar la actividad de almacenamiento de gas natural, como las cavernas salinas y las terminales de gas natural licuado”, sostuvo Vázquez Sentíes.
También es necesario disminuir el uso de combustibles contaminantes en la generación eléctrica y transitar al uso de uno más amigable con el medio ambiente como es el gas natural.