Reuters / Redacción Petroquimex
A pesar del escepticismo de agencias calificadoras y expertos, el gobierno sigue apostándole a Petróleos Mexicanos (Pemex) para apuntalar su producción y sanear sus finanzas, un punto clave para evitar otra rebaja a su nota y un contagio sobre la deuda soberana. La administración del presidente Andrés Manuel López Obrador prevé apoyar a la empresa con 4 mil 400 millones de dólares en 2020, de los cuales 2,350 millones serán con una capitalización y el resto con rebajas a impuestos a la firma.
El gobierno elevó el gasto programable de Pemex para 2020 en casi un 9% respecto al 2019, equivalente a unos 26 mil 800 millones de dólares, según el proyecto de presupuesto del próximo año que presentó el gobierno al congreso el domingo 8 de septiembre.
“Vamos también a rescatar a Pemex, ya empezamos, ya se logró estabilizar la producción petrolera, lo que no se había logrado en 14 años ya se logró en nueve meses”, dijo López Obrador en su conferencia de prensa matutina este lunes.
El gobierno espera que la producción de crudo del 2020 escale a 1.9 millones de barriles por día (mbpd) desde los actuales 1.7 mbpd, una meta que expertos ven difícil de cumplir y aún muy lejana de los años dorados en los que la producción de la petrolera mexicana alcanzó 3.4 mbpd en 2004.
Esa plataforma estimada incluye una producción de crudo de Pemex de 1.87 mbpd y de agentes privados, considerando los contratos de licencia y producción compartida adjudicados en las rondas de licitaciones, las migraciones de asignaciones a contratos y las asociaciones estratégicas con la estatal.
“Le estamos poniendo 86 mil millones de pesos nada más este año. Pero algo que es un muy importante es que hay un cambio importante en la estrategia de producción y exploración de Pemex”, dijo por su parte el secretario de Hacienda y Crédito Público, Arturo Herrera Gutiérrez.
Pese a los anuncios, Moody’s dijo el lunes que Pemex se encuentra entre las petroleras americanas cuyas calificaciones están cerca del límite entre grado de inversión y grado especulativo.
En junio, la calificadora cambió la perspectiva de la deuda de Pemex, de “estable” a “negativa”, poco antes que Fitch se convirtiera en la primera agencia en reducir la calificación crediticia de la petrolera.
En línea con lo que han dicho otros secretarios y el mismo presidente, Herrera dijo que Pemex seguirá privilegiando la inversión en aguas someras y campos de tierra sobre aguas profundas, donde se requiere de grandes fondos y los resultados tardan varios años.
La consultora Teneo dijo el lunes que la meta de producción de petróleo para el 2020 era “ambiciosa”, mientras que los fondos y exenciones de impuestos para la compañía no alcanzan para lo que requiere.
El gobierno, que estima un superávit primario del 0.7 por ciento del PIB para el 2020, previó un precio petrolero de exportación para la mezcla mexicana de 49 dólares por barril, muy por debajo de los 55 dólares del 2019. Sin embargo, Herrera dijo que podría ser ajustado cuando el presupuesto comience a ser evaluado en el Congreso.