Es necesario enfrentar los desafíos energéticos del Siglo XXI, tal como se hizo hace 79 años con la Expropiación Petrolera
Petróleos Mexicanos (pemex) “es capaz de reinventarse y de acceder a mejores tecnologías, de ser más sustentable y socialmente responsable, de ser más competitivo y transparente, eficiente y eficaz”, aseguró el presidente Enrique Peña Nieto, al encabezar la Ceremonia del 79° Aniversario de la Expropiación Petrolera.
Destacó que Petróleos Mexicanos es la empresa más emblemática de México. Entre sus logros está el desarrollo del Complejo Cantarell, el segundo yacimiento más grande que se ha encontrado a nivel mundial y el que transformó a Ciudad del Carmen en un centro logístico de calidad internacional.
Mencionó que ante la decreciente producción de este yacimiento había sólo dos alternativas reales: la primera, seguir por el mismo camino que implica producir cada vez menos petróleo, poniendo en riesgo el empleo de miles de trabajadores, las finanzas públicas y la seguridad energética del país; y la segunda, emprender con determinación el camino de la transformación. “Y esto fue precisamente lo que decidimos los mexicanos”.
“Nuestro país necesitaba socios para aplicar tecnología de punta y seguir las mejores prácticas internacionales para compartir costos y riesgos, y para sumar esfuerzos y recursos. Esto es todavía más necesario cuando se trata de explorar y extraer petróleo en las aguas profundas del Golfo de México”, explicó.
El jefe del Ejecutivo aseveró que todo esto requiere de cuantiosas inversiones; por ello, México necesitaba enfrentar con decisión y visión los desafíos energéticos del Siglo XXI, tal como lo hizo nuestro país hace 79 años con la expropiación petrolera.
Desde que se aprobaron las leyes secundarias de la reforma energética, ya hay resultados concretos a dos años y medio. Hay un antes y un después de la decisión que tomamos y ningún país ha hecho tanto en tan poco tiempo por su sector energético”, afirmó.
En agosto de 2014 se inició una verdadera revolución energética en México. Hace dos años y medio había sólo una empresa de exploración y producción de hidrocarburos en el país; hoy son 48 empresas nacionales e internacionales que ya participan en esta tarea, añadió.
También recordó que hace 14 meses le instruyó al Director General de pemex para que sus objetivos principales fueran: primero, aprovechar al máximo las nuevas oportunidades que le brinda la reforma energética a Petróleos Mexicanos; y segundo, fortalecer sus finanzas. “Me alienta saber que vamos en el camino correcto para cumplir estos objetivos”.
“Quiero complementar estas indicaciones con la instrucción de continuar fortaleciendo la transparencia y la rendición de cuentas de esta empresa. Tenemos la obligación de convertir a pemex en sinónimo de eficiencia operativa, solidez financiera e inobjetable transparencia”, agregó.
Asimismo, giró órdenes para que “se inicie la construcción del ducto de hidrocarburos entre Mérida, Progreso y Cancún, con el fin de eficientar el suministro de gasolinas, diésel y turbosina en la región, e impulsar su dinamismo”.
Este proyecto peninsular, detalló, “tendrá una extensión de 310 kilómetros y una inversión aproximada de tres mil 600 millones de pesos (mdp), así como un impacto positivo en el medio ambiente”.
Por su parte, José Antonio González Anaya, Director General de Petróleos Mexicanos, afirmó que la empresa va por buen camino con hechos concretos y palpables, y aunque falta mucho por hacer, pemex está saliendo adelante.
“Seguiremos impulsando la transformación de pemex, sabiendo que contamos con la energía, el talento y la capacidad de hacerlo”, dijo, al tiempo que precisó que esta empresa ha sido parte de la historia moderna de México y no puede entenderse el desarrollo del país sin ella.
Subrayó que la Reforma Energética está cambiando la manera de hacer negocios, con lo que pemex puede ampliar sus posibilidades de inversión, puede compartir riesgos y acceder a las más avanzadas tecnologías.
A 79 años de la expropiación petrolera hay poco por festejar: académicos
A 79 años de la Expropiación Petrolera en México, el sector energético no ha dejado de transformarse, sobre todo en los últimos años cuando se pasó de un control monopólico de las actividades de exploración y explotación de petróleo a un mercado de libre competencia.
La apertura que se da con la famosa reforma energética provocará que aquellas empresas que en los años de la expropiación se situaron en el país, regresen, pero ahora reagrupadas de diferente forma, lo cual, para México podría implicar cierto riesgo; comentó Irma Delgado Martínez, Investigadora del Instituto de Investigaciones Económicas del área de Economía del Sector Energético en la UNAM.
“El petróleo va ligado a la economía, a los intereses geopolíticos, al control regional y al de los mercados. México, al deslindarse de ese control, de la explotación de sus hidrocarburos, está perdiendo de cierta forma la entrada segura de ingresos económicos valiosos”, afirmó en entrevista con PetroQuiMex.
Al respecto, mencionó que todos estos cambios generan una situación difícil para las finanzas del Estado, ya que los ingresos provenientes de la actividad petrolera cambiarán indudablemente. “Es cierto que al sector privado se le da oportunidad para explotar los recursos naturales de México bajo ciertas condiciones, pero es triste que algo que le permitió crecer al país durante muchos años, regrese a manos de la iniciativa privada en un mal momento”.
Cabe señalar que la expropiación petrolera se originó tras un problema laboral entre las empresas petroleras extranjeras situadas en el país y el Sindicato Único de Trabajadores Petroleros (STPRM) y en ocasiones se olvida el trasfondo real de esta eventualidad. Con la expropiación se le da al gobierno mexicano la oportunidad de utilizar la explotación de sus recursos en pro del crecimiento económico del país. Sin embargo, Delgado Martínez aseguró que desde entonces surgió un problema relacionado a la mala administración de los recursos obtenidos del petróleo.
“Hubo un gran abuso por parte del Estado, sobre todo en el boom de los años 70 cuando se descubrieron grandes mantos petrolíferos y el precio del crudo se elevó de forma considerable, en ese momento el gobierno mexicano no supo aprovechar el beneficio obtenido de esta situación y más tarde se verían las consecuencias de esta mala decisión”.
Un factor que se descuidó, fue la inversión en investigación y el mejoramiento de las plantas petroquímicas y refinerías que existían en el país, ya que se tenían las condiciones necesarias para hacerlo, pero esto no se llevó a cabo. La mayor parte del ingreso por venta de petróleo se destinó al gasto corriente del gobierno federal, dejando rubros importantes sin inversión y modernización, agregó.
“El ejemplo más claro es el caso de las refinerías, cuyo efecto se observa hoy en día con el precio de las gasolinas, el petróleo que se extrae en territorio mexicano es un crudo pesado que requiere de un proceso de refinación más especializado, por ello se tiene que enviar a Estados Unidos y esto encarece el producto”.
Además, a principios de los años 80 surgió una corriente ideológica acompañada con la tendencia de la globalización de los mercados, la cual decía que el Estado como tal ya no debía poseer empresas rentables bajo su cargo y tenía que dejar todo en manos del sector privado por ser más eficiente. Aunque en ocasiones, la IP también ha presentado fuertes deficiencias como ocurrió en los años 80 en Estados Unidos, cuando el sector de la construcción de la vivienda presentó una fuerte crisis.
La investigadora comentó que esta corriente neoliberal invitaba a los Estados a retraer su participación de sectores económicos estratégicos, lo que resulta ser bueno, siempre y cuando se haga en el momento perfecto para ejecutarlo, cosa que no pasó en México.
“Abrir el mercado energético en este momento representa un riesgo, por la poca rentabilidad que podrá recibir el gobierno por la explotación de los recursos petroleros del país, ya que no se compara con las ganancias que obtendrán los privados. Asimismo, la economía a nivel mundial está muy retraída, por lo que México requiere más que nunca de ingresos, no sólo puede quedarse con la entrada de dinero de las remesas y el proveniente de los impuestos”.
Explicó que la gran pregunta del festejo del 18 de marzo va en torno a que si el petróleo seguirá siendo de los mexicanos; si la explotación de este recurso se verá reflejada en beneficio de la población y en cuánto tiempo, y qué es lo que nos espera como país en torno a una mayor producción de gas esquisto por parte de Estados Unidos.
Además, sostuvo que los resultados obtenidos en las licitaciones impulsadas por el Estado para atraer a inversionistas al sector petrolero no han sido los esperados. Se necesita un impulso por parte del gobierno, donde se vea reflejado en los ingresos de la fuerza laboral en función al costo de los bienes y al del nivel de vida.
“Es cierto que el sector energético mexicano necesitaba de una transformación, sin embargo, este cambio se dio de una manera tardía cuando se pudo aprovechar el gran auge del sector petrolero nacional para modernizar la infraestructura y tecnología de pemex, para darle mejores herramientas tecnológicas y que fuera más competitivo, pero simplemente no se hizo”.
La Reforma Energética
ha desfavorecido a pemex
“Este 18 de marzo hubo muy poco qué conmemorar por la Expropiación Petrolera, quizás lo único y más importante fue que Petróleos Mexicanos (pemex) todavía existe. Esa fecha no merece una gran celebración, puesto que pemex está desmantelado”, aseguró Nicolás Domínguez Vergara, Doctor en el departamento de sistemas de la Unidad de Azcapotzalco, en la Universidad Autónoma de México (UAM).
Nicolás Domínguez comentó que pemex fue la base del desarrollo nacional desde 1938 hasta principios de los años 80 y ninguna otra empresa mexicana se le comparaba ya que contaba con enormes ganancias; en aquel tiempo fue una compañía que llegó a estar entre las 14 más grandes de Latinoamérica y una de las primeras en producción de petróleo en el mundo.
pemex solía abastecer de petróleo y combustible a la nación y le daba seguridad energética; ahora ya no puede hacerlo, ha perdido soberanía, seguridad, control y desde luego, un usufructo de la renta petrolera, agregó Domínguez Vergara en entrevista con PetroQuiMex.
Asimismo, expuso que pemex ha tenido algunos recortes presupuestales de cientos de miles de millones de pesos y no cuenta con el apoyo financiero para seguir explorando y explotando los yacimientos; además de no producir tanto petróleo como solía hacerlo, ya que muchos de los campos que eran de su propiedad se están licitando y ahora serán explorados por empresas privadas.
Anteriormente la renta petrolera venía de extraer el petróleo y venderlo, realmente era del Estado, se puede decir que era para México, pero cuando las empresas privadas forman parte del negocio, se tienen qué dividir los ingresos, es decir, actualmente hay contratos en las licitaciones donde el gobierno se va a quedar con menos del 60 por ciento de esas ganancias, argumentó Nicolás Domínguez.
Pareciera que la reforma energética ha desfavorecido a pemex, todavía un año previo a la creación de la reforma en 2012, la Empresa Productiva del Estado alcanzó niveles récord en ingresos, mientras que en los años posteriores se muestra una notable disminución, como se observa en el siguiente cuadro:
Con la reforma energética pemex ha cedido campos que se le habían otorgado en las licitaciones y ahora tiene que asociarse con empresas privadas para sobrevivir, a esto se le conoce como Farm Out.
Bajo este escenario, la falta de recursos para aumentar las reservas petroleras va disminuir las estimaciones en cuanto a la producción que tenía pemex a menos de dos millones de barriles diarios (MMdb). Ahora se tendrá una producción que caerá aproximadamente 50 por ciento, explicó el investigador de la UAM.
Lo anterior tiene su origen en las importaciones que están creciendo de manera considerable y el valor de éstas en pesos han hecho que el balance comercial de pemex sea negativo, además de la depreciación de la moneda mexicana frente al dólar.
“Mientras las importaciones aumentan, simultáneamente se debilita la producción de gasolina y diésel en las refinerías de pemex, ya que éstas funcionan en alrededor del 40 o 50 por ciento de su capacidad; esto causó el desabasto de combustible a principios del 2017”, comentó Nicolás Domínguez.
Cabe recordar que a inicios de este año se hizo el primer gasolinazo “y éste es un efecto de la reforma energética, misma que ha sido un total fracaso y ha provocado protestas en la ciudadanía. Con esta acción lo único que se pretendía era que el gobierno se hiciera de recursos que antes provenían de pemex, esto es un impuesto sobre la producción de crudo y el servicio que garantizaba al Estado 280 mil millones de pesos”, agregó.
“Los resultados de la reforma energética se traducen en que el pueblo tiene que pagar más por el combustible y que, por ende, encarece todo. Quizás la gente no entienda las leyes de la reforma, pero se percata cuando incrementan los precios de la comida y los costos de los servicios”, señaló.
Y añadió que lo mismo ocurre con los ductos que tiene pemex, ni siquiera va a poder disponer de ellos porque tiene que ofrecerlos a las empresas privadas para que transporten el combustible que va a venir principalmente de Estados Unidos.
Entre otras cosas que también han dañado a pemex, están los robos a los ductos, de gasolina y diésel y hasta del mismo crudo sin procesar.
Al preguntarle acerca de cuál considera que habría sido la mejor estrategia antes de erigir la reforma energética, el investigador de la UAM comentó que tener un recurso petrolero en el país es algo bueno, por lo que lo favorable habría sido vigorizar a pemex dándole los recursos financieros suficientes para su modernización.
Lo anterior refiere a no quitarle tanto de impuestos (ya que el gobierno tomaba el 99.7 por ciento de sus ganancias operativas en el 2012), para que así explorara y explotara los yacimientos de manera propicia y, de este modo, aumentaran las reservas que aseguran una producción continua.
En cuando a la ciencia y tecnología, éstas juegan un papel muy importante dentro del sector petrolero, ya que logran la transformación del crudo en productos que se costean más elevados en el mercado.
Por lo anterior, es que se fundó en 1935 el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) y empezó a crear plantas para dominar el recurso (petróleo) ya existente, esto quiere decir, la transformación del crudo en gasolina y en diésel, por mencionar algo; Nicolás Domínguez refirió que tras haber perdido el IMP a su más grande cliente, en este caso pemex, lo único que le ha quedado es la parte de la innovación científica, más no así de la tecnológica.
Por lo mismo, el Investigador de la UAM consideró que el gobierno debió ofrecer recursos financieros a las instituciones como el IMP para ser novedosos al momento de crear nuevas tecnologías para esta industria petrolera.