Holanda tiene en su poder una tela futurista que hasta hace poco parecía un imposible. Se trata de un invento capaz de crear energía ilimitada en casi cualquier ubicación. El epítome de la arquitectura sostenible, que ha vivido un significativo crecimiento en las últimas décadas. Tanto ha sido así que se ha transformado en una tendencia cada vez más relevante en el sector de la construcción. A través de este enfoque, se persigue el establecimiento de edificios respetuosos con el medio ambiente. Óptimos en el uso de recursos y saludables para sus ocupantes.
Qué encontramos hoy en la arquitectura sostenible
Tras exponerse que las ciudades con sus edificios podrían convertirse en bosques, el foco del sector se ha posicionado sobre todo lo que tiene que ver con la arquitectura sostenible. Una disciplina basada en principios de diseño con los que se pretende acotar el impacto ambiental de los edificios a lo largo de su ciclo de vida.
El concepto engloba desde la selección de materiales sostenibles hasta la óptima gestión de residuos. Entre los aspectos más importantes de la arquitectura sostenible, radica la eficiencia energética.
Los edificios sostenibles se levantan con el objetivo de reducir el consumo energético lo máximo posible, además de utilizar fuentes de energía renovable en la medida de los posible.
Esta meta se concreta con la integración de sistemas de iluminación eficientes, un aislamiento térmico adecuado, ventilación natural y tecnologías renovables como paneles solares o sistemas de energía geotérmica. Dichas medidas no solo disminuyen la huella de carbono de los edificios.
También se traducen en ahorros considerables en los costos energéticos a largo plazo. Este tipo de arquitectura ha surgido como respuesta a la necesidad urgente de abordar los retos del cambio climático y la degradación ambiental.
Por eso, una diseñadora de Holanda ha dado un paso más: ha transformado textiles en generadores solares para edificios con hasta 53 W por metro cuadrado.
Holanda da un paso más en lo que podríamos esperar de los edificios sostenibles
Pensar en edificios que producen energía con su propia piel ya no es algo futurista o de ciencia ficción. Ya está pasando gracias a la dedicación de la diseñadora Pauline van Dongen, de Holanda. Ha decidido elevar la innovación textil solar con el increíble Umbra Pavilion.
Hablamos de una estructura que protege del Sol y produce electricidad al mismo tiempo. Su estructura, ligera y visualmente llamativa, se compone de un dosel azul celeste de Heliotex, un tejido solar flexible que incorpora 150 células solares orgánicas entre hilos de poliéster reciclado.
En términos totales, 40 metros cuadrados de superficie podrían capturar energía con una capacidad de almacenamiento de hasta 3000 vatios, sin perder de vista la parte estética ni su funcionalidad. Lo más atractivo de esta tecnología no es solo su alcance, sino dónde se aplica.
Heliotex permite la envoltura de edificios con un tipo de piel fotovoltaica adaptable, ligera y permeable a la luz. Dicha perspectiva abre un nuevo abanico de posibilidades frente a nuestros ojos, sobre todo para las edificaciones existentes que no se rigen por los estándares energéticos de los nuevos edificios basados en arquitectura sostenible.
Recurrir a una fachada textil solar puede traducirse en una opción real a obras costosas u operaciones invasivas. El objetivo con este invento no es sustituir a los paneles solares tradicionales, sino extender el campo de acción de las renovables.
Actualmente ofrece una eficiencia de 53 W/m2. Un número que en principio parece modesto si se compara con el silicio. Sin embargo, cabe destacar que esta tecnología ha sido diseñada para implementarla en lugares en los que no se instalaría nada, por lo que solo suma.
Perspectiva de futuro de la tela de energía ilimitada de Holanda
Esta tela de energía ilimitada proveniente de Holanda aún está madurando, pero ya otorga soluciones reales a los desafíos actuales. Al margen de los números, ofrece un concepto de energía distribuida, visible, accesible y adaptada a la vida del ser humano. Su adopción masiva se traduciría en una importante rehabilitación energética de edificios antiguos, reducción del uso de combustibles fósiles y hasta una relevante educación ambiental visual (haciendo visible el uso de energía renovable). En paralelo, la industria avanza con edificios que mezclan bacterias con cemento.
by Trini N.
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