Esta solución energética se instala fácilmente en las empresas y permite ahorrar en la factura de la luz.
Avanzar hacia la descarbonización de las economías –y de las empresas– es un asunto relevante, no solamente por la agenda climática mundial y por los Criterios Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ASG). Hoy, impulsar un sector industrial más limpio es posible gracias a programas como Smart Solar, la solución que Iberdrola México ya introduce al mercado nacional.
Smart Solar es una opción idónea para las empresas porque el programa cuenta con recursos propios para diseñar, construir e instalar un sistema fotovoltaico en las instalaciones de la compañía que lo requiera, aprovechando superficies que normalmente no se utilizan, como techos, permitiendo generar energía para su autoconsumo, y reduciendo tanto su factura eléctrica, como su huella de carbono. Todo ello sin invertir un solo peso.
“Los objetivos de transición energética en la industria requieren de innovación constante. No solamente en función de las nuevas tecnologías disponibles, sino para desarrollar modelos de negocio que se adapten a las características específicas del mercado. Es por ello que Iberdrola México trabaja para ofrecer soluciones integrales, como Smart Solar”, apunta David Macías, responsable del negocio Smart Solar en Iberdrola México.
El valor agregado de iniciativas como Smart Solar, continúa Macías, es que brinda a sus usuarios herramientas para ser más competitivos sin que esto represente un costo adicional para ellos. De esta manera, los clientes pueden concentrarse en su negocio ya que los riesgos tecnológicos y financieros asociados a la puesta en marcha de este tipo de proyectos se trasladan a la compañía energética.
Hidrógeno verde para la transición energética
Además de la generación de energía mediante fuentes renovables, grupo Iberdrola está trabajando en procesos de innovación tecnológica para apoyar a la industria a alcanzar sus objetivos de descarbonización y con un enfoque sensible al desarrollo sostenible. Por eso está invirtiendo en el desarrollo de proyectos para la obtención de hidrógeno verde, es decir, con cero emisiones de dióxido de carbono (CO2).
Los procesos empleados hasta hoy para obtener este gas son poco sostenibles. Sin embargo, el hidrógeno verde se posiciona como una gran alternativa, alineada con los objetivos de descarbonización industrial. Se le llama “hidrógeno verde” porque durante el proceso para obtenerlo no se emite CO2 al ambiente. Su producción se lleva a cabo mediante la electrólisis, un proceso en el que se usa la electricidad generada a partir de fuentes renovables para separar el hidrógeno del oxígeno que hay en el agua.
El hidrógeno se puede emplear en diferentes industrias como combustible, mientras que las partículas de oxígeno se liberan al ambiente o se usan en otros procesos industriales. Además, el hidrógeno es de fácil almacenamiento y puede transportarse por los mismos canales e infraestructura que el gas natural.
Iberdrola ya tiene proyectos avanzados en la materia en América y Europa y busca posicionarse como líder mundial de esta tecnología. Así, el grupo se sitúa al frente del nuevo reto tecnológico que supone la producción y el suministro de hidrógeno verde.
Con más de 20 años de operación en el país, Iberdrola México suma siete parques de energía eólica (693MW) y tres parques fotovoltaicos (470MW), con ubicaciones estratégicas en los estados de Oaxaca, Puebla, Guanajuato, Sonora y San Luis Potosí, y que suministran a industrias tan diversas como la automotriz, minería, manufactura y retail, entre otras.
Con estas soluciones de descarbonización y su apuesta por las renovables, Iberdrola México vincula al sector productivo al esfuerzo global de aprovechar al máximo las energías renovables, y así entregarles a las siguientes generaciones un futuro mucho más limpio.