España está construyendo búnkeres enormes en algunas de sus regiones. Su objetivo es enterrar el sol y el viento. Cada vez hay menos dudas de la necesidad que tiene la humanidad del empleo de las energías renovables. Derivan de fuentes naturales que se reponen más rápido de lo que pueden consumirse. Un ejemplo claro de ellas son la luz solar (energía solar) y el viento (energía eólica).
Con ellas sucede todo lo contrario que con los combustibles fósiles, como el carbón, el petróleo y el gas, que tardan cientos de millones de años en formarse. Aunque los fósiles producen energía al quemarse, provocan emisiones dañinas en forma de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono.
Optar por energías renovables es apostar por una producción de energía con muchas menos emisiones que la quema de combustibles fósiles. Sin embargo, el gran problema que han experimentado las renovables, como la eólica y la solar, es la falta de recurrencia de sus fuentes. Es decir, no siempre hay viento o se ve el Sol, mientras que hay otras instancias en las que se genera excedente de energía.
Estos búnkeres de España revolucionan el universo de las renovables
España busca almacenar la energía del Sol y el viento bajo tierra. El almacenamiento geológico de energía es un punto clave para garantizar el suministro energético y el desarrollo de las energías renovables, especialmente la solar y la eólica.
La naturaleza intermitente de estas fuentes de energía obliga a que se almacene durante los periodos con excedente para compensar tiempos con baja o nula producción de energía, cuando no haya sol o viento. Almacenar energía en el subsuelo se trata de una solución técnica y económicamente viable para acumular importantes cantidades de energía renovable, con una correcta eficiencia, bajos costes operativas y con una rápida respuesta en periodos de alta demanda.
En España hay varias propuestas para crear proyectos de almacenamiento geológico de energía, sobre todo de hidrógeno, tanto en antiguos yacimientos de gas natural, como en almacenas estratégicos que ya existen, nuevas infraestructuras subterráneas e imponentes cavernas en capas de sal.
España apuesta por los búnkeres de energía para asegurarse la energía renovable
Un ejemplo es el de Trinity Energy Storage, que se encuentra estudiando los antiguos yacimientos de gas natural de Marismas en el valle del Guadalquivir. Estas han generado más de 1.000 millones de metros cúbicos de gas durante casi 30 años.
La compañía es una energética participada por la gestora de fondos Teset Capital. A finales de 2022, obtuvo las concesiones de hidrocarburos en el valle del Guadalquivir que trabajaba Petroleum Oil & Gas España (filial de Naturgy, antes Gas Natural).
El propósito es extraer las reservas de gas natural remanentes y, cuando estas se agoten, usar el yacimiento como almacenamiento de gases renovables como el hidrógeno verde. Es reutilizar un yacimiento de gas natural ya explotado para almacenar otro gas. Se almacenaría a unos 1.000 metros de profundidad en las mismas arenas que durante millones de años demostraron su estanqueidad y gran capacidad para guardar gas en sus poros.
Los búnkeres de España buscan guardar energía renovable
Esta iniciativa está parcialmente financiada por el programa Misiones Ciencia e Innovación de los Fondos Next Generation EU de la Unión Europea, por medio del proyecto UNDERGY, en el que participan otros organismos de investigación y compañías españolas.
Conviene recalcar que el excedente de energía almacenado puede utilizarse en la fabricación de moléculas de hidrógeno a través de la electrólisis de agua o para comprimir el aire de la atmósfera para después almacenarlo a gran presión en el subsuelo y después emplear estos gases para la producción de electricidad en turbinas.
En el caso del H, por haberse producido con energía renovable, ingresa en la categoría de H verde. Respecto al aire, es comprimido por el excedente de energía proveniente de las renovables en un proceso que apenas emite CO2.
En definitiva, España está levantando enormes búnkeres para guardar energías renovables. Otra oportunidad de almacenamiento geológico es el empleo de alguno de los tres almacenamientos estratégicos de gas natural ya existentes y que están activos en el territorio español (Gaviota, Jaca-Serrablo y Yela), todos bajo el manto de Enagás.
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