Una región española ha encontrado algo en el mar que por 200 años pensamos que era un mito. El mar tiene un gran potencial del que el ser humano está empezando a sacar provecho. Aunque las diferentes energías provenientes del mar todavía están por descubrir, tras décadas de investigación, están consiguiendo un lugar dentro del sector de las renovables.
El mundo necesita reducir su dependencia de los combustibles fósiles y depositar su confianza en un suministro ilimitado y accesible parece la mejor opción. Las energías del mar tienen que ver con el aprovechamiento de la potencia energética de los océanos para transformarla en electricidad. Se extrae especialmente de la fuerza de las olas, mareas, corrientes, salinidad y diferencias de temperatura entre la superficie y el fondo marino.
Las ventajas que podemos encontrar en las energías océanos son muy parecidas a las que hallamos en las energías renovables. No producen residuos ni ocasionan grandes impactos ambientales.
Este mito del mar desaparece gracias a esta región española
En 1881, alguien dijo que era posible generar electricidad con el calor del mar y ahora esta teoría se probará en Canarias. El inventor francés Jacques Arsène d’Arsonval diseñó una turbina de vapor que gira sobre el agua tibia y ahora su primer prototipo ha comenzado a construirse en un astillero de Gran Canaria.
Los océanos están calentándose y, aunque muchos podrían pensar que es un mal augurio, un consorcio de empresas europeas llamado PLOTEC ha visto una oportunidad para probar una tecnología en las Islas Canarias. Se llama OTEC (Conversión de Energía Térmica Oceánica) y se trata de una plataforma flotante que transforma el agua cálida del mar en electricidad a través de una turbina de vapor.
OTEC es, en realidad, una barcaza cilíndrica con varias bombas, un par de intercambiadores de calor y una turbina. Salen dos pares de tubos de la zona baja, uno para el agua cálida de la superficie y otro para el agua fría del fondo del mar. El proceso es fácil de entender.
¿Cómo funciona la tecnología que se probará en Canarias?
Para empezar, esta tecnología aspira agua de la superficie del mar, que previamente fue calentada por los rayos del sol. Es agua tibia (alrededor de 26ºC) que se utiliza para evaporar un fluido que dispone de un punto de ebullición bajo. El vapor generado hace girar una turbina conectada a un generador para generar electricidad.
Asimismo, la barcaza sustrae agua fría de las profundidades del mar con un turbo que se extiende hasta 1 km. El agua fría se encuentra a unos 4 grados y se utiliza para enfriar el vapor, transformándolo otra vez en un líquido que puede volver a usarse.
Este sistema funciona continuamente y la energía producida es transmitida a la red a través de un cable submarino. La primera prueba se realizará con un prototipo a escala 1:5. El casco de la plataforma irá ensamblado al astillero de Hidramar, en Gran Canaria, la tubería de agua fría tendrá su fabricación en Austria.
Quedan apenas unos meses para que POTEC descarta este método en el Atlántico, donde quedará ‘a disposición’ de las condiciones océanos que aparezcan durante un año.
El mito sobre el mar terminará en Canarias
Esta tecnología no es algo nuevo, aunque pueda parecerlo a simple vista, sino que se remonta al siglo XIX. Como mencionamos antes, fue el invento francés Jacques Arsène d’Arsonval el que mencionó esta idea en 1881 y Georges Claude, uno de sus discípulos, trajo al mundo la primera planta funcional (OTEC-1) en Cuba allá por el año 1930.
Después de tantos años pensando que podía ser un mito, esta región española verá resurgir esta idea tan revolucionaria como bohemia. Si te gustan los temas relacionados con la energía y el mar, no puedes perderte los alcances de la energía mareomotriz en España.
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