En la búsqueda de energías alternativas, el hidrógeno es una de las fuentes más prometedoras por ser sostenible en su producción y uso, sobre todo en el caso del verde. Existe un problema que es su almacenamiento, aunque parece que ya se resolvió al descubrir la humanidad este gas en polvo.
La propuesta para almacenar hidrógeno: es la más futurista que se ha hecho en la Tierra
A nivel mundial, las compañías hacen grandes inversiones en diversas metodologías para el almacenamiento del hidrógeno, así como en gasoductos para su transporte. Es por ello que laboratorios de todo el mundo buscan formas más sencillas y eficientes para su guardado y transporte.
En este sentido, un equipo de científicos del Instituto Leibniz de Catálisis de la Universidad de Rostock, en Alemania, han desarrollado un proceso que consiste en el almacenamiento de este gas en forma de un polvo blanco que es barato, sencillo de llevar y de uso común. Veámoslo en detalle.
El almacenamiento de este gas en forma de polvo
De acuerdo a lo reportado por este laboratorio, se introduce el hidrógeno en bicarbonato de potasio en forma de polvo. Esto da como resultado formiato de potasio que es una sustancia que no es tóxica y se usa en la industria alimentaria. De hecho, es muy recomendado para cumplir dietas que tengan bajo contenido de sodio.
Para la introducción del gas en el bicarbonato de potasio, este se añade usando un catalizador especial llamado Ru – 5 el cual es un compuesto que se basa en el rutenio combinado con triglima que es un solvente de origen orgánico junto con agua calentada a 90 °C.
Estos elementos fueron seleccionados por los investigadores después de probar varios. Por los buenos resultados que ofrece por sus bajas emisiones y rendimiento. Para recuperar el gas se deshidrogena el formiato de potasio utilizando el mismo catalizador de rutenio sin más aditivos.
Es de destacar que la misma sal de potasio soportó 40 ciclos donde se almacenaba y liberaba este elemento durante un periodo de seis meses. Según explican los científicos que intervinieron en el experimento, todo el proceso es muy estable y a lo largo del mismo se tuvo una mínima perdida, lo que significó un gran rendimiento.
Puesto que se recuperaron 9,3 litros de hidrógeno, por hora, de una pureza excepcional la cual alcanza el 99,5 %. Esto sin producir emisiones de gases de efecto invernadero. Lo que ha demostrado que es una técnica escalable, segura y eficiente para almacenar este elemento en grandes cantidades.
La importancia de esta tecnología de almacenamiento de este gas
En la actualidad, la masificación de la energía renovable se ha visto limitada por varios factores. Uno de ellos es que debido a la intermitencia de las principales formas que son la eólica y la solar, su almacenamiento es muy difícil y costoso, si se desea usar en ciclos de baja o nula producción.
Una opción es optar por el almacenamiento de energía en forma de hidrógeno verde, que es producido por un método sostenible llamado hidrólisis del agua. Este es un gas muy prometedor como fuente energética. Pero tiene el problema de que posee una baja densidad de energía volumétrica.
Con lo que queremos decir que ocupa mucho espacio, a pesar de ser un gas. Por lo que la propuesta de almacenarlo en polvo en sales como el bicarbonato y formiato de potasio es una solución eficiente, práctica y segura para su transporte bien sea aéreo, terrestre o marítimo.
Concluyendo, la tecnología de almacenamiento del hidrógeno en polvo pudiera significar si no el fin de las renovables, sí una reducción drástica de su uso. Puesto que con esta acción siempre se tendría energía disponible para cuando la necesitemos, en cualquier lugar. Con solo un sencillo proceso de recuperación.
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