A pesar de que Pemex ha recibido aportaciones frescas de capital y se le ha reducido notablemente la carga impositiva, esto no se ha traducido en un crecimiento de la producción de crudo, cuya tendencia se mantiene negativa.
Al momento de escribir esta columna el paquete económico 2023 ya fue presentado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público al Congreso, mientras que los datos financieros de Petróleos Mexicanos más recientes son los reportados al cierre de junio de 2022. Este trimestre destaca por los elevados precios del petróleo alcanzados, mismos que han descendido desde esa fecha sin que podamos decir que la crisis que motivó su incremento ha terminado.
Me pareció oportuno ligar el análisis de las finanzas de Petróleos Mexicanos (Pemex) al gasto previsto en el PEF 2023, toda vez que el dinero de los mexicanos debe ser invertido de la forma en que nos retribuya el mayor bienestar posible y en el menor plazo.
Veamos entonces los principales indicadores de Pemex y empecemos por la producción:
Como puede observarse, a pesar de que los mexicanos hemos invertido en Pemex no solo con aportaciones frescas de capital, sino que se le ha reducido notablemente la carga impositiva, 1 esto no se ha traducido en un crecimiento de la producción de crudo, cuya tendencia se mantiene negativa. El dato más reciente es el de julio de 2022, mes en el cual se produjeron 1.547 millones de barriles al día. Contrasta en la gráfica anterior la tendencia de producción de los contratos petroleros concursados y asignados el sexenio pasado.
Veamos ahora la producción de las refinerías nacionales:
Si bien es claro que la producción de gasolina ha incrementado en el sexenio, también lo es que ha venido acompañada de más combustóleo, ese producto de desecho cuyo precio en el mercado es menor que el precio del petróleo, lo cual le genera pérdidas a Pemex cada vez que refina un barril de petróleo. Dicho de otra forma, los mexicanos perdemos un tercio de cada barril de nuestro petróleo cada vez que entra a una refinería de Pemex. Es por eso que es mucho más rentable exportar petróleo.
No está de más recordar que la demanda nacional histórica de gasolina se ubica en 850 mil barriles al día, por lo que, si asumimos que las 6 refinerías actuales producen 300 mil barriles y que Deer Park, la refinería de Pemex ubicada en Houston puede agregar 150 mil más, así Dos Bocas (esto último no está claro cuando podrá suceder), la conclusión es que la producción de Pemex solo cubriría 600 mil barriles al día y tendremos que seguir importando. No quiero decir que sea un error producir gasolina en nuestras refinerías, pero sí lo es perder dinero público por ello.
Este comportamiento se refleja perfectamente en las cifras de operación, ya que Pemex Exploración y Producción (PEP), la subsidiaria que se dedica a extraer el petróleo, tuvo un buen margen operativo, pero Pemex Transformación Industrial (PTRI), que concentra las refinerías, apenas logró reportar ganancias en este rubro. Esto es, tenemos una subsidiaria que no produce mucho petróleo ni puede incrementar su producción, pero es rentable; sin embargo, el resto de las actividades de Pemex dañan esa rentabilidad.
Con estas cifras de operación es que Pemex tiene que hacer frente a sus deudores. Tanto proveedores como acreedores financieros. Para nadie es secreto que Pemex es la empresa petrolera más endeuda del mundo. La evolución de este indicador durante la presente administración demuestra la enorme necesidad que tiene la empresa del Estado de contar con el apoyo del erario. Es cierto que el crecimiento de la deuda se detuvo en este sexenio, pero también lo es que Pemex no genera el efectivo que requiere para hacer frente al servicio de la deuda y a los vencimientos de corto plazo.
Conviene saber que entre 2022 y 2024, Pemex enfrenta vencimiento de deuda por 34 mil millones de dólares. Esto es aproximadamente el 2.6 % del PIB. Estas cifras se reflejan en el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el año 2023, ya que se plantea destinar el 10 % de todo el gasto del gobierno federal para cubrir los costos y gastos, así como inversiones de capital que Pemex requiere.
Otros problemas graves que enfrenta Pemex es la falta de inversión en infraestructura que le permita aprovechar el metano que hoy envía a la atmósfera, ya sea quemado o no. Se ha documentado ampliamente por medios nacionales e internacionales estas emisiones, que además de dañar la salud de los mexicanos representan una fuga de dinero para la empresa del Estado.
Quiero ser enfática: México necesita a Pemex, pero sano y rentable, para que nos regrese un rendimiento por aprovechar nuestro petróleo y para que los recursos que hoy exige sean destinados a otras actividades indispensables para el desarrollo del país, como salud, educación y seguridad.
* Rosanety Barrios (@RosanetyBarrios) es Analista del Sector Energético, Consejera Fundadora del grupo Voz Experta, miembro del Consejo Directivo de la Asociación Nacional de Energía Solar (ANES) y experta México, ¿cómo vamos?
1 Actualmente Pemex paga al erario el 40 % por Derecho de Utilidad Compartida, como su principal aportación. En promedio, los contratos asignados la administración pasada pagan el 70 %.