El presidente Andrés Manuel López Obrador, pidió a los organismos reguladores autónomos (CNH, CRE) alinearse a su política energética, que consiste en fortalecer a Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) sobre las empresas privadas.
En un memorando difundido este martes, pero con fecha del 22 de julio, López Obrador plantea «regresar, sin ignorar las nuevas realidades» a la política de los expresidentes Lázaro Cárdenas (1934-1940) y Adolfo López Mateos (1958-1964), quienes nacionalizaron el petróleo y la electricidad, respectivamente.
«Tal es el espíritu que nutre el objetivo superior del actual Gobierno: recuperar el pleno dominio del petróleo y de la industria eléctrica. En lo específico, la decisión se traduce en no continuar con la privatización del sector energético», afirma el texto.
El documento se dirige a trabajadores de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), órganos autónomos que regulan el sector. También menciona al Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), organismo público descentralizado que controla el sistema eléctrico.
El mandatario ha criticado estos organismos «supuestamente autónomos» y la reforma energética que abrió el sector a la inversión privada en 2013, por ser «simples instrumentos» de «tecnócratas privatizadores» en perjuicio de las empresas del Estado, como recalca en el texto.
Aunque el líder izquierdista ha prometido respetar el marco jurídico, en el documento pide a los reguladores «avanzar hasta el límite que permita el actual marco jurídico», sin descartar una nueva reforma constitucional.
«Sostengo que los órganos de regulación creados durante el periodo neoliberal deben ajustarse a la nueva política económica y energética, y que su misión debe ser la de sumar esfuerzos con la Secretaría de Energía, Pemex y la CFE para rescatar las industrias del petróleo y electricidad», dice.
En concreto, el presidente pide no aumentar las tarifas de combustibles y luz, alcanzar la autosuficiencia energética, no importar gasolinas y no exportar petróleo para extraer «solo el que necesitan las refinerías».
También reitera su meta de producir 2.2 millones de barriles diarios de crudo para 2024, y refinar 1.2 millones de barriles en las seis refinerías actuales y la próxima de Dos Bocas para 2022.
Para alimentar el sistema eléctrico pide que la prioridad sean las hidroeléctricas, después las otras plantas de la CFE, seguidas por las eólicas y solares de los privados, y por último las de ciclo combinado de los particulares.
«En la generación de energía eléctrica, la producción de plantas privadas, sean nacionales o extranjeras, en ninguna circunstancia podrán superar el 46 por ciento del consumo nacional», reafirma.
Aunque el presidente pide reconocer los contratos suscritos por gobiernos anteriores, también advierte realizará denuncias penales «de existir pruebas de influyentismo y corrupción».
Asimismo, exige detener nuevos permisos o concesiones a particulares por sobreoferta de petróleo y electricidad, por lo que descarta nuevas subastas para la producción de crudo.
«Todavía es tiempo de corregir el rumbo de la política entreguista que se ha venido imponiendo en el sector energético», concluye.