Pemex está cerca de registrar su mayor déficit fiscal para el gobierno en sus 87 años: un déficit estimado de 31 mil millones de dólares.
El gigante petrolero mexicano Petróleos Mexicanos (Pemex) ha pasado de ser la gallina de los huevos de oro del país a un desastre financiero.
Después de años de inyectar dinero en las arcas de México, Pemex está en camino de registrar su mayor déficit fiscal para el gobierno en sus 87 años de historia: un déficit que los analistas estiman en aproximadamente 31 mil millones de dólares, gracias a la disminución de los ingresos y a los rescates masivos destinados a ayudar a la compañía a hacer frente a una carga de deuda de 100 mil millones de dólares.
Es un punto de inflexión notable para un gigante estatal que durante años fue la principal fuente de ingresos de México, llegando a representar en ocasiones casi la mitad de los ingresos del país. El hecho de que Pemex sea ahora uno de sus mayores gastos revierte el viejo dicho de que “el petróleo de México es de los mexicanos”, afirmó Jorge Cano, analista de la consultora México Evalúa.
“Ahora, efectivamente, Pemex dejará de contribuir a las finanzas públicas”, dijo Cano. “Y sí, los contribuyentes tendrán que pagar más para subsidiar a Pemex”.
El déficit de Pemex no se debe únicamente al nuevo apoyo gubernamental. Los ingresos petroleros de la compañía han disminuido a medida que la producción se desplomó a casi la mitad de su máximo de hace dos décadas. Además, los cambios en la legislación fiscal de los últimos años también implican que Pemex paga una porción mucho menor de sus ingresos por ventas al gobierno, lo que amplía su déficit general, afirmó Cano.
¿Cuánto dinero le dio AMLO a Pemex?
Por supuesto, el apoyo gubernamental a Pemex no es nada nuevo. El expresidente Andrés Manuel López Obrador inundó a Pemex con cerca de 80 mil millones de dólares mediante inyecciones de capital y exenciones fiscales a lo largo de su mandato.
Ahora, la presidenta Claudia Sheinbaum está intensificando la asistencia, recaudando 12 mil millones de dólares de su llamado acuerdo P-Cap, 13 mil millones de dólares de bancos locales de desarrollo y 14 mil millones de dólares de emisiones soberanas que financiarán una operación de recompra que finaliza a finales de este mes. El gobierno también transferirá a Pemex más de 14 mil millones de dólares para el pago de deuda y otros gastos en 2026.
“Este cambio estructural convierte a Pemex en el principal beneficiario de los flujos fiscales, mientras que el gobierno —y por extensión, el público— resulta ser el perdedor neto”, escribió en una nota Alejandro Schtulmann, director general de la consultora EMPRA, con sede en la Ciudad de México. Esto “plantea dudas sobre la sostenibilidad de este modelo basado en subsidios”.
¿Cuáles han sido los déficits fiscales de Pemex?
A lo largo de su historia, la petrolera nacional fue consistentemente la principal fuente de ingresos del gobierno. Esto comenzó a cambiar con la reforma energética del presidente Enrique Peña Nieto, y posteriormente con López Obrador, o AMLO, quien redujo drásticamente los impuestos a Pemex, conocidos como “DUC”, del 65 por ciento al asumir el cargo al 30 por ciento al dejar el cargo el año pasado.
Desde entonces, Sheinbaum ha desechado el sistema DUC en favor de un régimen fiscal más simplificado. Pemex ahora paga alrededor del 30 por ciento de impuestos sobre los ingresos petroleros y un 11.67 por ciento sobre el gas natural.
Y aunque Pemex ha sido durante mucho tiempo un lastre para el balance general de México, nunca había sido un pasivo a tan gran escala. Pemex registró déficits netos para México en 2021 y 2024, tras los importantes paquetes de apoyo de AMLO, según IPD Latinoamérica, consultora energética.
El efecto del apoyo en la calificación soberana de México es menos claro. Si bien Fitch Ratings y Moody’s Ratings mejoraron recientemente el perfil crediticio de Pemex, Fitch prevé que la relación deuda/PIB de México superará el 57 por ciento el próximo año (frente a aproximadamente el 45 por ciento en 2023) a medida que la carga de deuda de la compañía comience a migrar al balance general del soberano, escribieron analistas en una nota.
“Es un gran problema desde una perspectiva soberana”, dijo John Padilla, director general de IPD. “Un déficit anual de 20 mil millones de dólares para el gobierno probablemente no sea un gran cambio por sí solo, pero si la economía continúa sin crecer, podría eventualmente poner en riesgo la calificación crediticia de México”.