Este jueves se llevó a cabo el primer día de actividades de la Cumbre de Líderes sobre el Clima, organizada por el gobierno de Estados Unidos que encabeza el presidente Joe Biden. El objetivo del evento es resaltar la importancia de contrarrestar los efectos del cambio climático, a través del cumplimiento de compromisos y acuerdos internacionales.
El día de hoy, el presidente Andrés Manuel López Obrador inició su participación en la Cumbre con el anuncio del descubrimiento de tres yacimientos petroleros; sin embargo, destacó que el objetivo de su administración es la extracción de los hidrocarburos necesarios para dejar de exportar crudo y comprar gasolinas.
Asimismo, a pesar de que el tema de la Cumbre es el clima, López Obrador aprovechó la ocasión para hablar del programa social Sembrando Vidas, orientado a enfrentar la crisis migratoria, mediante un programa de reforestación que pretende ampliar a todo Centroamérica.
En este sentido, el presidente mexicano invitó al presidente Joe Biden a colaborar con dicho programa social, de manera que pueda financiar la estrategia en El Salvador, Honduras y Guatemala.
Sembrando Vidas ha recibido críticas por parte de grupos ambientalistas, pues aunque el objetivo es reforestar con árboles frutales y maderables, en 2019 el World Resources Institute, el organismo encargado de evaluar el impacto de dicho programa, reportó una deforestación de 73 mil hectáreas.
México se encuentra en un panorama polémico en relación con el cambio climático, debido a que la política energética que ha impulsado el gobierno, lejos de acercarse a cumplir metas internacionales, han cerrado la puerta a inversiones en energías limpias, así como al mercado energético nacional e internacional.
De la misma forma, con la propuesta de modificación de la Ley de Hidrocarburos, la competencia se ha visto afectada, pues las reformas han contribuido al “fortalecimiento” de Petróleos Mexicanos (Pemex) y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), las dos empresas estatales, por encima de otros participantes.
Las modificaciones propuestas a la Ley de la Industria Eléctrica, dejaron fuera del mercado a las energías renovables, pues el objetivo principal fue la prioridad en el despacho de energía a partir de plantas obsoletas y contaminantes de la CFE, como las termoeléctricas, que requieren carbón y otros combustibles fósiles para su funcionamiento.
Durante su participación en la Cumbre, el presidente López Obrador afirmó que su gobierno se preocupa por reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, por lo que impulsa el funcionamiento de plantas hidroeléctricas. No obstante, estas no son suficientes para generar la demanda de energía que requiere el país, y se opta por el uso de combustibles fósiles.