La CFE tiene cierta flexibilidad para ajustar las tarifas a los grandes clientes industriales y comerciales registrados como usuarios calificados, señaló la agencia calificadora Moody’s Investors Service.
La CFE es una empresa pública de carácter social que provee energía eléctrica, productiva del Estado, propiedad exclusiva del gobierno federal con personalidad jurídica y patrimonio propio; tiene flexibilidad para ajustar tarifas a grandes consumidores, pero no mitigará las pérdidas por los altos costos y subsidios a clientes cautivos.
En un comienzo del conflicto militar en Ucrania a fines de febrero, los precios del gas dispararon, lo que refleja la incertidumbre en torno a la seguridad energética mundial y elevó los costos operativos de Comisión Federal de Electricidad (CFE), los cuales podrían mantenerse durante 2022; señaló la agencia calificadora Moody’s Investors Service.
La agencia calificadora dijo que, en su escenario de referencia, asume que los precios más altos del gas natural se mantendrán muy por encima de los precios históricos en 2022, mejorando a medida que las interrupciones del suministro se reduzcan gradualmente en 2023.
«Si bien la CFE tiene cierta flexibilidad para ajustar las tarifas a los grandes clientes industriales y comerciales registrados como usuarios calificados, no mitigará completamente las pérdidas continuas de las presiones de costos, dados los topes de tarifas y los subsidios establecidos para los clientes cautivos».
Moody’s señaló que la empresa productiva del Estado, seguirá dependiendo del apoyo del gobierno a través de transferencias directas o asignaciones para mayores aumentos de tarifas. CFE recibe anualmente transferencias recurrentes de aproximadamente 70 mil millones de pesos para compensar los subsidios tarifarios, que se incluyen en el Presupuesto Federal y se transfieren a la empresa en pagos mensuales.
En 2021 dichas transferencias ascendieron a 70 mil 300 millones de pesos y para 2022 el Presupuesto Federal aprobado contempla transferencias a la CFE por 73 mil millones de acuerdo con Moody’s.
La calificadora recordó que durante 2021 la CFE tuvo un deterioro financiero debido principalmente al impacto de la volatilidad del precio del gas natural, que se produjo por el evento del vórtice polar en febrero de 2021, que resultó en un aumento temporal en los costos de generación.
Agregó que la CFE no fue totalmente compensada por el sobrecosto, por lo que el costo adicional es el principal impulsor de la pérdida de utilidad neta de aproximadamente 90 mil millones de pesos.
La Comisión Reguladora de Energía (CRE), reconoció que CFE incurrió en un sobrecosto de 38 mil millones de pesos que se recuperará vía tarifas en los próximos 24 meses. Moody’s dijo que, de este monto, es probable que se recuperen cerca de 30 mil millones en 2022. Además, según CFE, la empresa espera una transferencia extraordinaria de 35 mil millones de parte de la Secretaría de Hacienda para compensar el exceso de costo incurrir en 2021.