Existen factores que ayudarán a mantener controlados los precios del petróleo a largo plazo
Irán espera con ansiedad la oportunidad de incrementar sus exportaciones de petróleo. Este verano se espera un acuerdo final sobre la capacidad nuclear del país; las sanciones empezarán a retirarse, e Irán podrá incrementar su producción. En un plazo de 12 a 18 meses es posible que su producción sea de un millón de barriles más por día. También es posible que los miembros de la OPEP insten a Arabia Saudita, que ahora produce bastante por encima de su cuota, a reducir su producción para dar lugar a la mayor productividad de Irán.
¿Se han acabado los días del barril de petróleo a más de 100 USD?
De acuerdo con la predicción del analista Saurabh Lele es que, a largo plazo, el petróleo se cotizará entre los 75 y los 85 USD el barril, dado que el análisis de Loomis, Sayles & Company indica que este rango de precio es un incentivo para que aumente la producción de petróleo en Estados Unidos a un ritmo que equilibre la oferta y demanda mundiales.
Los tres factores que ayudarán a mantener controlados los precios del petróleo a largo plazo incluyen:
• El incremento de las exportaciones petrolíferas de Irán;
• La amplia y flexible oferta de petróleo de esquistos bituminosos de Estados Unidos;
• El retrasado crecimiento de los mercados emergentes.
La nueva disposición de la OPEP pondrá un suelo para los precios del petróleo, y la oferta de Estados Unidos y Canadá fijará un techo. Este mercado del petróleo con buena oferta podría sin duda conducir a precios más elevados que los actuales 60 USD por barril, pero bastante por debajo de los máximos que se han visto en años recientes.
Petróleo iraní: probablemente no sea una realidad hasta 2016
De acuerdo con la declaración conjunta de abril de 2015 de los líderes de Irán y la Unión Europea, las sanciones sobre Irán se levantarán una vez que el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) haya verificado que el país ha reducido su huella nuclear, lo que puede demorarse más de 12 meses.
Cuando se levanten las sanciones, Irán podrá incrementar sus exportaciones entre 250.000 y 300.000 barriles diarios en el plazo de tres meses, y la mayor parte de ese incremento vendrá de sus depósitos oceánicos de unos 30 millones de barriles. Durante los próximos 12 a 18 meses, la necesaria y retrasada inversión en Irán por parte de grandes empresas petrolíferas globales ayudaría a incrementar la producción en casi un millón de barriles diarios, que es el nivel que el país tenía antes de las sanciones.
Todas las partes están en proceso de cambio
El auge del petróleo de esquistos bituminosos de América del Norte ya está permitiendo que Estados Unidos se aleje de la política de Oriente Medio, de lo que es prueba la salida de EU de Irán y Afganistán, así como la intervención militar limitada en los conflictos de ISIS/Iraq, Libia, Siria y Yemen. Con unos precios del petróleo WTI de entre 75 y 85 dólares el barril, creo que América del Norte puede conseguir la autosuficiencia en un plazo de entre 6 y 8 años.
Desde 2011, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos han estado supliendo la caída de la producción de Libia e Irán. A medida que Irán se prepara para incrementar su producción, Arabia Saudita tendrá que replantearse su política reciente de cuota del mercado. Con las inversiones adecuadas, las reservas de petróleo y el potencial de producción de Irán e Iraq en conjunto podrían rivalizar con las de Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos. En lugar de iniciar una competición de producción de petróleo contra Irán e Iraq, sería mejor para Arabia Saudita dar su consentimiento y reducir la producción en vez de establecer cuotas individuales para todos los miembros de la OPEP.
Rusia es quien más pierde
Irán no solamente cuenta con extensas reservas de petróleo sino también con las reservas de gas natural más grandes del mundo después de Rusia. También tiene la gran ventaja geográfica de estar a una distancia que permite la instalación de gasoductos para países que necesitan gas, como China, India y toda Europa.
Un acuerdo con Irán haría que avanzara el planificado gasoducto de Pars (Irán-Turquía-Europa), el cual permitiría que la Unión Europea diversifique sus fuentes de gas natural y se aleje de la problemática rusa. Los sueños de contar con conductos de Irán-Pakistán-India e Irán-Kazajistán-China también podrían convertirse en realidad, lo que mejoraría la posición de Irán como el principal proveedor de gas natural, aumentaría sus ganancias y reforzaría su influencia política, todo ello a costa de Rusia.