La empresa mexicana Diavaz cuenta con todos los elementos para competir técnica y comercialmente con compañías extranjeras dominantes y obtuvo la membresía IMCA Contractor Diving
Este año, la Constructora Subacuática Diavaz —empresa mexicana integradora de servicios para la industria petrolera costa afuera en el país— obtuvo la membresía Contractor, División de Buceo, en la región Norteamérica, otorgada por la Asociación Internacional de Contratistas Marinos (IMCA por sus siglas en inglés). En 2017, Diavaz también obtuvo la membresía Corresponding, así como la Contractor en la División Marina.
La Asociación Internacional de Contratistas Marinos representa a las compañías costa afuera, a las de ingeniería subacuática y a las marinas. Se constituyó en abril de 1995 como resultado de la amalgamación entre la Asociación Internacional de Contratistas de Ingeniería Subacuática (originalmente Asociación de Contratistas de Buceo Costa Fuera – AODC por sus siglas en inglés) y la Asociación de Propietarios de Embarcaciones de Posicionamiento Dinámico (Dpvoa, también por sus siglas inglesas).
La IMCA fomenta mejoras en calidad, salud, seguridad, medio ambiente y normas técnicas; a través de la publicación de notas informativas, códigos de prácticas y otros medios. Maneja cuatro divisiones y cada una cubre un área específica: buceo, marina, inspección, medición costa afuera o survey, así como sistemas de control remoto y vehículos operados remotamente. Tiene dos comités centrales: el primero de seguridad y legislación; el segundo, de entrenamiento, certificación y competencia de personal, donde participan todos los miembros.
La División Buceo se ocupa de lo relacionado con equipos, procedimientos y personal de las operaciones de buceo costa fuera, incluyendo sistemas de buceo atmosférico.
¿Por qué la Constructora Subacuática Diavaz se esforzó para obtener la membresía IMCA?
Desde su inicio en 1973, como la primera empresa de buceo comercial, Constructora Subacuática Diavaz fue evolucionando hasta establecerse como una importante compañía proveedora de soluciones integrales para la conservación y modernización de plataformas y ductos costa afuera.
En 1976, participó en el diseño y construcción de instalaciones petroleras costa afuera en el Golfo de México, utilizando buzos mexicanos principalmente en los trabajos submarinos. En 1977, migró su base operacional a Ciudad del Carmen, Campeche; destacando en buceo, al realizar trabajos con aire suministrado desde superficie y buceo de saturación, utilizando embarcaciones y personal extranjero.
Dos años después, en 1978, se creó el Instituto Mexicano de Buceo Comercial en Tuxpan, Veracruz para reclutar y entrenar a personal mexicano, donde se tuvo mucho éxito, porque no sólo se preparó a los buzos, sino también a operadores de cámaras de sistemas de buceo de saturación; se especializaron médicos en buceo y con su integración en diferentes frentes de trabajo y el mismo idioma, se desplazó al personal extranjero y la plantilla de trabajadores para entonces ya era mexicana solamente, no sólo para las embarcaciones de los contratos de Diavaz; sino en casi todas las compañías; con pleno dominio de las técnicas de buceo con aire y mezcla de gases, suministradas desde superficie y buceo de saturación.
Durante el auge de la explotación petrolera costa afuera en México, se realizaron trabajos de exploración y perforación de pozos, instalación de plataformas, ductos marinos, estructuras submarinas y terminales de distribución de hidrocarburos, entre otros; en una de las áreas petroleras más grandes del mundo identificada como la Sonda de Campeche, donde Diavaz participó de manera importante en esa etapa del desarrollo petrolero.
Actualmente, derivado de la reforma energética y la consecuente apertura en cuanto a obtención de contratos, el reto para competir técnica y comercialmente con las compañías extranjeras dominantes del mercado internacional, se ha hecho mayor. La mayoría de estas grandes compañías transnacionales son miembros de la IMCA, algunas incluso forman parte de la junta directiva y su compromiso por ceñirse a los lineamientos y a las guías de buenas prácticas recomendadas por la IMCA, es muy fuerte. Por ello, a fin de interactuar adecuadamente con ellas es necesario comprender y manejar efectivamente sus procedimientos y por lo mismo, Diavaz requería ser parte de la Asociación Internacional de Contratistas Marinos.
Cumpliendo con los objetivos de la Asociación Internacional de Contratistas Marinos
La IMCA no es una entidad gubernamental, de manera que no emite leyes ni regulaciones; únicamente proporciona orientación para el seguimiento de buenas prácticas, ya reconocidas por la industria. Su objetivo principal es incrementar la calidad de los servicios, anteponiendo la seguridad y vislumbrando la calidad como una estrategia, tanto de negocios como de respeto y confianza en los trabajadores, para un mejor desempeño de sus actividades, buscando el bien común y la conservación de las fuentes de trabajo.
Para cumplir los objetivos de la IMCA se requiere, entre otras cosas:
- Tener un sistema de gestión integral conformado por calidad, seguridad, salud y protección ambiental, combinado e integrado con el Sistema de Manejo de la Seguridad en el Buceo.
- La capacitación y competencia del personal de buceo con la certificación acorde al trabajo que desempeña.
- Mantener una metodología para llevar a cabo las operaciones de buceo donde se le dé una importancia destacada a la planeación, identificación, análisis y mitigación de los riesgos inherentes a estas operaciones. Además de la comunicación e interacción con las demás áreas involucradas, como son la tripulación de la embarcación, el personal de construcción y cubierta, la ingeniería, el control de obra, etcétera.
- Tener equipos de buceo con todo el cumplimiento de los requisitos establecidos por los documentos IMCA Design (Notas guías de inspección de sistemas y equipos de buceo) para las diferentes modalidades de sistemas de buceo, es decir con aire o mezcla de gases suministrado desde superficie, de saturación —fijos o móviles—, de evacuación de emergencia e instalaciones de recepción hiperbáricas.
- Tener un sistema de mantenimiento planeado para los equipos, mismo que debe cumplir con los requerimientos de la Asociación en cuanto a efectividad y realización de los certificados de pruebas periódicas.
Para la Constructora Subacuática Diavaz todo lo anterior está muy claro y con la premisa básica de que un buceo seguro es un buceo exitoso, se buscaron los medios para obtener la membresía Contractor Diving, División de Buceo, tanto en las particularidades documentales y tecnológicas, como en la certificación del personal experto en sumersión.
Conclusiones y expectativas
Ser la primera empresa mexicana miembro de la IMCA, le da a Diavaz la oportunidad de estar en un nivel más competitivo respecto al desarrollo de contratos directos —con Petróleos Mexicanos (Pemex) y otras instituciones— e indirectos, como subcontratista con las compañías extranjeras que trabajan actualmente en México y que requieren empresas que manejen sus mismos estándares de calidad y seguridad para la realización de sus contratos.
Además, adquiriendo mayor experiencia y consolidando el prestigio en la realización de obras de calidad, puede llegar a la internacionalización para la ejecución de contratos de obras submarinas, en cualquier parte del mundo.