Esta tecnología abarata costos y hace más eficiente la operación de las empresas y organismos usuarios, quienes sólo pagan por soporte técnico y servicios; hoy, el open source es un modelo de negocio, cuya clave está en los servicios, asegura Luciano Alves, CEO de Zabbix Latam.
El open source o código abierto está diseñado de manera que sea accesible a todo público, para que todos puedan ver, modificar y distribuir un código de la forma en que consideren conveniente. Según el informe State of Open Source, 77 % de las organizaciones dependen más del software de código abierto que hace tan solo un año, con esta tendencia al alza se hace indispensable conocer de qué va esta área de la tecnología y cómo podríamos emplearla en nuestro entorno.
Zabbix es una compañía desarrolladora de software libre que tiene su matriz en Letonia, pero con oficina en México desde el pasado mes de marzo, y esto no es casualidad, pues en el país hay importantes usuarios de su sistema. Un caso emblemático es el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), que maneja algo muy importante para el país, el insumo de energía.
El Cenace es uno de los usuarios más antiguos de Zabbix en el mundo; desde el 2008 comenzaron con la versión 1.3 de esta herramienta de monitoreo open source para monitorear la red más grande y compleja del país. Este centro está considerado como una de las infraestructuras críticas más importantes, catalogada como triple A, es decir, si no hay energía eléctrica no hay cajeros automáticos, no hay transporte, no hay hospitales, no hay agua en las casas, la afectación es muy grande.
Cada minuto que se deja al país sin energía resulta en una afectación de miles de millones de pesos. El Cenace administra todo el flujo de la energía eléctrica del país de grandes consumidores; desde la generación, hasta dejarla en 120 puntos de carga distribuidas por todo el país para que otras empresas lo distribuyan localmente. De acuerdo con Luis Carlos Molina, director de TI del centro, su negocio principal es actuar como brokers entre generadores de electricidad y quien la necesita. “Ese negocio por día tiene una facturación de 100 millones de dólares”.
Explica que ahora en el Cenace existe una política para empezar a quitar todo el software de paga y en tres años utilizar solo open source en sus diferentes modalidades, así quitar todas las licencias y buscar un ahorro considerable para el ámbito gubernamental. Asegura que entre las fortalezas está la personalización de cada monitoreo para cada infraestructura, la fácil integración de nuevas variables de monitoreo de los servicios, y hacer diagnósticos y ajustes rápidos para la medición de eventos atípicos.
Open Source como modelo de negocio
En entrevista para El Economista, Luciano Alves, CEO de Zabbix Latam, explica que la idea es que las compañías puedan probar y sacar todo el provecho de la herramienta para el análisis de datos en su entorno operativo, puede ser desde la banca, el gobierno, ventas, y cualquier otro negocio.
Dijo que las compañías están utilizando Zabbix para monitorizar sus métricas y tener un apoyo en la toma de decisiones, “que sepan cómo están funcionando sus servicios”, pero más allá de eso, hablamos de ahorros económicos y de reputación. “Hoy hay mucha competencia en los servicios y si no tienen una buena capacidad de respuesta, pueden perder usuarios por un mínimo de tiempo”.
Alves detalla que el proceso de open source comenzó en los años 90, “cuando empezamos estábamos hablando de algo casi criminal, pues se trataba de personas que desarrollaban software y lo distribuían sin licencias, por ello no se tenía una buena idea de estas herramientas”. Pero hoy es totalmente distinto, asegura. Ahora se desarrollan plataformas y se dejan para que las compañías puedan descargarlas con buen funcionamiento y empezar el uso sin pago de licencias y sin costos.
Explica que en el fondo dejó de ser ilegal porque también se creó todo un modelo de negocio que modificó estas malas prácticas para convertirla en algo viable, él especialista le llama “la democratización de la tecnología”, tanto para las empresas desarrolladoras, como para los usuarios. Así, el open source tiene que ver con la libertad de uso de software, pero con un costo en los servicios.
Precisa que “muchas veces en las empresas les faltan personas, técnicos y expertos para instalar Zabbix, para integrarlo a los sistemas internos y ahí es donde entra la empresa con sus servicios de soporte e integración”. La ventaja es que, así como hay desarrolladores que cobran por sus plataformas y también por sus servicios, ellos solo lo hacen por el segundo rubro.
El valor de las métricas
Alves asegura que podemos usar las métricas para predecir el valor de los datos en un punto futuro. “El comportamiento de la información nos puede proyectar para planificar presupuestos, próximos insumos por caducar, el desgaste de algunos artefactos, prevenir daños, medir las cargas futuras, entre muchas otras cosas. Esta forma de trabajo no nos permite tomar decisiones para el instante, pero sí para planificar los próximos pasos”.
Dijo que las compañías normalmente no trabajan de forma preventiva, muchas veces buscan soluciones después de que los problemas pasaron. Sobre la pregunta de si todas las compañías necesitan de monitoreo, el especialista es contundente, “sí, todas las compañías, sean públicas o privadas necesitan de tecnología para mantener sus servicios funcionando, el problema es que no lo han concientizado, por ello urge tanto hablar de open source, como de una cultura de prevención, porque no sabemos todo lo que hay detrás de un proceso y lo que nos puede ahorrar”.