La compañía española ha sumado cinco áreas que ha dejado en total. Uno de los bloques que mantendrá está en aguas profundas.
El regulador petrolero mexicano aprobó la renuncia de la española de energía Repsol a dos áreas en la Cuenca de Burgos, en aguas someras del Golfo de México, que se suman a otras tres zonas que la empresa dejó en las últimas semanas.
Repsol ganó esos dos bloques en una licitación en 2018, como parte de las subastas realizadas tras la reforma energética de 2013-2014, que permitió contratos de exploración de hidrocarburos con empresas distintas a la estatal Pemex, pero que fueron suspendidas tras el inicio del nuevo gobierno mexicano, a finales de ese año.
El órgano de gobierno del regulador, la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), aprobó iniciar los procesos de las renuncias en una sesión pública, pero no detalló las razones de Repsol. Una fuente del regulador dijo que la empresa no había encontrado recursos prospectivos en los bloques.
En noviembre pasado el regulador ya había aprobado a la compañía comenzar con el proceso de renuncia de otros tres bloques. Así, Repsol solo se quedaría con uno de los seis activos de los que se hizo en las rondas petroleras del sexenio pasado. El bloque que mantendrá está en aguas profundas.
La petrolera pidió iniciar estos procesos para centrarse en este último activo que le ha resultado comercialmente más atractivo, según dijo el regulador y han explicado fuentes de la empresa a Expansión.
En los bloques se esperaba encontrar crudo ligero y gas húmedo, de acuerdo a documentos de la licitación de 2018 de áreas en la Cuenca de Burgos, frente a las costas de Tamaulipas, estado fronterizo con Estados Unidos.
En ninguno de los bloques se habían perforado pozos aún, de acuerdo con datos de la CNH.
Con información de Reuters.