El Kremlin busca fortalecer la relación comercial y de transportación de gas natural a tierras orientales, tras la baja que han sufrido en Europa
El pasado mes de octubre se llevó a cabo una edición más del icónico y referencial Foro Internacional del Gas de San Petersburgo, el cual lleva celebrándose desde 2011. Este evento es uno de los encuentros empresariales más reputados de la industria del gas y se encuentra en el Top 5 de los mayores proyectos internacionales de congresos y exposiciones de la industria del petróleo y los energéticos.
Los mayores exponentes de este tipo de industria se dan cita en este importante encuentro.
El programa del Foro Internacional del Gas de ST. Petersburgo abarca todos los aspectos de la industria del gas natural: exploración y producción, transporte y almacenamiento, procesamiento y utilización, así como, seguridad medioambiental y desarrollo sostenible. A su vez, año con año, el evento concluye con importantes acuerdos de asociación entre los participantes, allanando el camino para el posterior inicio y ejecución de nuevas edificaciones a gran escala.
Fue precisamente en la palestra de este importante evento de talla mundial en donde se anunció que la empresa Gazprom suministrará este año a China mil millones de metros cúbicos de gas, una cifra superior a lo pactado inicialmente entre ambas naciones, un anuncio que formalizó el vicepresidente del consorcio ruso, Vitali Markélov.
“Hemos aumentado el suministro de gas a China. Este año bombearemos mil millones de metros cúbicos más de lo estipulado en los contratos”.
Anteriormente, el consorcio gasístico ruso y la china CNPC (Corporación Nacional China), acordaron adelantar a diciembre del presente año la puesta al máximo de su potencia del gasoducto Fuerza de Siberia, una infraestructura diseñada para bombear hasta 38 mil millones de metros cúbicos de gas al año.
El gasoducto Fuerza de Siberia es el sistema de transporte de gas más grande del este de Rusia que, en los próximos años, planea exportar a China hasta 48 mil millones de metros cúbicos de gas anuales con la implementación de una nueva ruta desde el extremo oriente del país. La intención es poder alimentar de este importante elemento energético al este de China y evadir de esta manera las restricciones económicas y comerciales que el gobierno estadounidense y sus aliados les han impuesto.
“Sabemos que el mercado chino es el mercado más dinámico del mundo y en los próximos 20 años el aumento del consumo de gas en China supondrá 40% del aumento del consumo mundial de gas”, señaló recientemente el CEO de Gazprom, Alexéi Miller.
Estas declaraciones consolidan la intencionalidad de Rusia por fortalecer en poco tiempo la relación comercial y, sobre todo, de transportación de este importante energético hacia tierras orientales, con el propósito de poder seguir acrecentando el volumen de sus operaciones, después de la baja significativa que han sufrido en Europa debido a las restricciones impuestas desde Washington y, por supuesto, de sus aliados en el viejo continente.
Pero el futuro en las inversiones entre ambos países en el sector del gas natural y licuado no solamente es promisorio, sino, además, visionario.
Uno de los proyectos más destacados ahora mismo es un segundo ramal del Power of Siberia.
Este nuevo tubo podría transportar al gigante asiático 50 mil millones de metros cúbicos de gas natural al año.
“Al final lo que pretende Rusia es tener una capacidad de envío de gas hacia China de aproximadamente 100 mil bcm al año cuando tenga montada toda esa infraestructura”, han referido varios expertos en el tema.
La premura con este nuevo sistema de transportación de energéticos hacia el gigante asiático gira en torno al cierre total de la demanda que los países europeos han anunciado sea a 100% de su capacidad para 2027, motivo por el cual las acciones en la construcción de este importante proyecto de desarrollo de infraestructura son sumamente relevantes para el futuro de la comercialización de esta clase de insumos procedentes de Rusia hacia destinos económicos alternativos a Estados Unidos y sus aliados.
Como puede apreciarse, el tiempo es un factor decisivo para el Kremlin y/o, quizás aún más importante, para el futuro de la industria energética de aquella nación, si el sostenimiento en el abastecimiento hacia China no logra garantizar mejores precios hacia los consumidores asiáticos y un suministro sostenible y eficaz en el sistema de ductos que ya se ha venido construyendo desde hace varios años, las cosas podrían verse comprometidas en gran medida, dejando a Rusia a la deriva en la colocación de sus productos en el mercado internacional.
Una de las incógnitas ahora mismo, es ¿por qué Rusia se empeña en hacer pasar por Mongolia el trazado del gasoducto Power of Siberia 2?
Al respecto, los medios de China han especulado en que, aunque la participación de este tercer país aumentaría los costos de construcción y transporte de energía del proyecto, ayudaría a Rusia a formar lazos económicos más fuertes con Mongolia y, por supuesto, con el oriente medio, zona en la que en un futuro inmediato podrían vender a bajo costo derivados del gas y suministros energéticos que potencializarán su desarrollo tecnológico y económico en el largo plazo.
Por todo, lo anterior, no sorprendería que las amenazas de Donald Trump hacia la alianza entre China y Rusia abra en breve un nuevo capítulo más de lo que será la batalla por el posicionamiento geoestratégico en el sector energético a nivel mundial entre occidente y oriente. La ventaja, hasta ahora, es muy evidente y claramente cargada hacia la multipolaridad y la generación de nuevos actores en la disputa por la supremacía financiera y energética planetaria.
POR LUIS MIGUEL MARTÍNEZ ANZURES
PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL DE ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
Encuentre la nota en: https://heraldodemexico.com.mx/opinion/2024/12/13/la-nueva-sociedad-energetica-entre-rusia-china-la-apertura-del-nuevo-mundo-en-la-produccion-de-gas-en-oriente-661299.html