La CFE ha salido del negocio de los servicios mayoristas fijos de telecomunicaciones, si bien nunca sacó provecho de esa concesión y, por tanto, su paso por ese sector fue testimonial desde el año 2023 en que obtuvo la concesión.
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) renunció a la concesión que la respaldaba en la construcción de una red de telecomunicaciones para comercializar servicios de Internet y telefonía fijos a nivel nacional en México.
Se trataba de una concesión para la prestación de servicios mayoristas desde el segmento fijo y que hacía de CFE un actor con posibilidad de competir en el mismo mercado donde participan Telmex, Totalplay, Megacable e Izzi Telecom, y otros operadores privados de escala regional y local.
CFE tenía habilitada una concesión de carácter mayorista y comercial, en la que terceras empresas podían apoyarse para contratar capacidad a CFE y revender esos gigabytes en distintos paquetes de servicios directamente al consumidor final, como pudieran ser telefonía o Internet de banda ancha fija; incluso, para revender productos de video restringido, al que, por ejemplo, Telmex está impedido comercializar por política regulatoria y por su propio título de concesión.
CFE renunció a esa concesión por ordenamiento del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), para así poder acceder a la directiva de la empresa público-privada Altán Redes, que a su vez administra la Red Compartida, una red neutra de servicios móviles con mercado de 20 millones de usuarios y atendidos desde el espectro radioeléctrico de los 700 MHz.
La obligación del IFT para CFE obedeció a que este regulador, como autoridad en competencia económica en telecomunicaciones, advirtió riesgos para los mercados minoristas y mayoristas, pues CFE tendría influencia en los negocios mayoristas a través de Altán y en los minoristas por medio de su filial CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos.
La estatal aceptó la condición de tipo estructural impuesta por el IFT y entonces renunció oficialmente a su concesión mayorista de telecomunicaciones el día 19 de febrero, cuando su representante legal acudió al IFT para notificar que CFE aceptaba la obligación.
De esta manera, la CFE ha salido del negocio de los servicios mayoristas fijos de telecomunicaciones, si bien nunca sacó provecho de esa concesión y por tanto su paso por ese sector fue testimonial desde el año 2023 en que obtuvo la concesión, conforme registros en los bancos de información del IFT.
“Comparezco a fin de renunciar al título de concesión, en el entendido de que la presente renuncia revoca cualquier derecho u obligación a partir de la fecha de presentación del presente documento (…) No se afecta el interés público ni se perjudican los derechos de los usuarios o terceros. En el presente acto se ratifica y reitera la petición y voluntad de mi representada de renunciar al título de concesión, por lo que dicha concesión deberá tenerse por terminada y dejar de surtir efectos a partir de la presentación de este documento”, expresó la representación legal de CFE en su escrito de renuncia.
El Registro Público de Concesiones del IFT también ya muestra la renuncia de CFE a su concesión de telecomunicaciones.
El IFT confirmó en la tarde de este miércoles la aceptación de CFE a la renuncia de su concesión mayorista de telecomunicaciones, si bien desde el 4 de marzo pasado la industria baba por hecho que CFE había aceptado el ordenamiento del regulador.
La Comisión Federal de Electricidad tenía como fechas límites entre el 10 y el 15 de febrero para aceptar o negar las condiciones del IFT, si pretendía convertirse en una nueva dueña de la empresa Altán Redes, con el 23.08% de los derechos fideicomisarios de esa compañía.
Para el arranque de marzo, la estatal eléctrica se había hecho con el 48.63% de las acciones de Altán Redes y con el 23.08% de los derechos fideicomisarios de esta empresa.
Hasta este día, el capital social de Altán Redes está compuesto en un 51.37% por el fondo Marapendi Holding y en 48.63% por la CFE. En cuanto a los derechos fideicomisarios, la estatal eléctrica y la banca de desarrollo dan al Estado mexicano el 84.15% del control de Altán, en tanto que Marapendi se hace allí con el 15.8% de los derechos sobre Altán. El Estado, además, está por llegar a contar con entre ocho y diez consejeros en el directorio de once posiciones de Altán. Más claro, el Estado mexicano gobierna en Altán.
Estos datos dan al Estado mexicano el margen suficiente para impactar en la toma de decisiones del directorio de Altán que oferta servicios mayoristas de Internet, que terminan siendo revendidos por otro centenar de marcas comerciales a cerca de 20 millones de consumidores finales en México.
“La CFE presentó ante el IFT su renuncia a la concesión comercial mayorista y lo hizo en tiempo y forma, conforme a lo establecido en la resolución”, dijo el IFT.
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