La construcción de la próxima refinería en Dos Bocas, Paraíso; Tabasco sigue siendo tema de debate nacional. Sin mencionar el aspecto económico y el tiempo que representará su conclusión y primeros resultados, es imprescindible que el proyecto cuente con la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) a través de la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA). La ASEA es la agencia facultada para autorizar o negar la construcción de obras que requieran la MIA como el proyecto de Dos Bocas, por lo que ninguna empresa, incluida Pemex, puede eximirse de tal requisito.
El Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) ha llevado a cabo evaluaciones técnicas y ambientales en las refinerías de Cadereyta, Nuevo León; Minatitlán, Veracruz; Salamanca, Guanajuato y Tula, Hidalgo. Adicionalmente, posee una destacada capacidad técnica y su plantilla de ingenieros ha creado nuevas tecnologías para el servicio de empresas petroleras tanto nacionales como internacionales. Por lo tanto, la administración, coordinación y gerencia de la refinería de Dos Bocas será correctamente liderada por personal del área de proyectos de Petróleos Mexicanos, del IMP y de la Secretaría de Energía, garantizando mayor contenido nacional.
El presidente de México Andrés Manuel López Obrador, ha defendido la autosuficiencia energética como principio de la seguridad nacional y la considera uno de los ejes rectores para el desarrollo económico del país. Por ello, la cimentación y operación de la refinería de Dos Bocas dispondrá asimismo del respaldo de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Comisión Nacional del Agua (Conagua), entre otros.
No obstante, sin estar en contra del progreso que, de salir todo bien, significa una nueva refinería; identificar posibles efectos adversos tanto para la sociedad y el personal como para la propia producción y sobre todo hacia el medio ambiente, es insoslayable, a fin de establecer medidas preventivas y correctivas para atenuar, compensar, o mejor aún, descartar o suprimir daños; considerando opciones tecnológicas viables con mínimo costo ambiental.
Complementariamente, si en la perforación de pozos petroleros, una adecuada planeación es fundamental para un mejor control de las operaciones, cuanto más en el levantamiento de una refinería. Con el objetivo de asegurar la consecución de metas, es esencial establecer una ruta crítica que considere escenarios alternativos ante la posibilidad de imprevistos. El registro y análisis de datos es útil para identificar problemas, causas probables y responder con acciones de mejora o de mitigación de riesgos.
Por otro lado, la estrategia energética para México, debe incluir programas que incentiven el potencial renovable del país, dado que los efectos del cambio climático cada vez repercuten más en la vida diaria y sólo con la participación gubernamental, empresarial y social podrán revertirse algunas de las funestas consecuencias de este fenómeno.
La CFE no debe dejar de tener en cuenta que, en su transformación y reorganización, el saneamiento de las finanzas nacionales de la empresa está en parte condicionado por el ahorro energético, mismo que puede lograrse a través del empleo masivo de fuentes que utilizan recursos renovables (energía solar, eólica, hidráulica y geotérmica). Sin embargo, es el uso de combustibles fósiles el que sigue dominando. Por lo tanto, el sector industrial (además del doméstico) debe replantear su producción y consumo, e incursionar cada vez más a la sostenibilidad eléctrica.